Si la Justicia y el ministerio de Trabajo homologan en 48 horas el acuerdo alcanzado el martes pasado entre un grupo inversor y la accionista mayoritaria, los 300 trabajadores de Vassalli, la tradicional fábrica de cosechadoras de Firmat, retomarán en enero la producción. En una asamblea realizada ayer por la mañana, los operarios votaron por unanimidad avalar los alcances del acuerdo entre los inversores, Mariana Vassalli, poseedora del 62 por ciento de las acciones, y el gremio metalúrgico que, entre otros puntos, contempla en una primera instancia una jornada laboral de cuatro horas, pero cobrando seis, y el cobro de la mitad de la deuda post conscursal, de 100 mil pesos promedio por trabajador, en 10 cuotas. «Ante la situación que estábamos viviendo, el acuerdo es bueno y nos da esperanzas para seguir adelante y que la fábrica se ponga en marcha», apuntó Diego Romero, secretario general de la UOM Firmat.
Después de dos años y medio de idas y vueltas sobre el futuro de la empresa, los 300 trabajadores de Vassalli están más cerca de retomar la ansiada producción. En agosto del año pasado, en un contexto de crisis y desgastados por una mala gestión que no consiguió poner en marcha a la tradicional fábrica de cosechadoras, tres de los cuatro concesionarios que habían recibido las acciones que pertenecían a la nieta del fundador se las restituyeron para que pudiera avanzar en la búsqueda de nuevos inversores, mientras los operarios y el gremio se hacían cargo de la conducción de la empresa.
Algunas propuestas que acercaron, entre otras de la de un grupo inversor ruso, no llegaron a buen puerto. A mediados de octubre, y de la mano de un grupo inversor que los representa, se presentaron nuevos inversores. Los interesados conformaron un Fondo Común de Inversión y constituyeron un fideicomiso para poder tomar posesión de la planta — y también levantar el concurso– por medio de un contrato de prestación de servicios de producción.
«El acuerdo establece una garantía, de mínima, que los trabajadores durante un año van a trabajar cuatro horas pero van a cobrar seis, pudiendo ampliarse la cantidad de horas. Además, se comprometen a regularizar el pago de obra social y a pagar en un 50 por ciento la deuda post concursal con los trabajadores en 10 meses», precisó el abogado de la UOM Rosario, Pablo Cerra, luego de la asamblea realizada ayer en la planta. «Después de tanto tiempo de angustia, es importante para ellos saber que esto se pone nuevamente en marcha, que van a tener un horario de trabajo establecido, y que van a cobrar a fin de mes», agregó.
Luego de varias jornadas intensas, Cerra dijo que la negociación se dividió en dos etapas, una política y otra jurídica: «La primera fue la más difícil porque había que consensuar entre los trabajadores, la tenedora de las acciones, las concesionarias, y por otro lado la situación del concurso. Lo último que quedaba, y para nosotros lo más importante, que era la situación de los trabajadores, acaba de ser consensuado por votación unánime de la asamblea. Ahora queda la aprobación de la justicia y la homologación en el Ministerio de Trabajo».
En ese sentido, el letrado aclaró que «si para este viernes al mediodía no está resuelta la situación de la justicia, no se va a poder abrir la fábrica en enero como está planteado, y entonces los inversores dijeron que volverían a juntarse en febrero. Ahora que se dio el visto buenos, estamos todos esperando que salga rápido».
Para el titular de la UOM Firmat, después de tantos meses de incertidumbre, los trabajadores se están preparando para arrancar una nueva etapa. «Nosotros siempre tuvimos como objetivo mantener la fábrica abierta para no perder las fuentes de trabajo. Hay que entender que es uno de los pulmones de la economía de la ciudad, dependemos de Vassalli. Son más de 12 millones de pesos todos los meses en salarios que faltaban en Firmat, tambalean las arcas municipales, el comercio, todo», describió.