(Conexión Rural) En un duro discurso el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, dejó inaugurada oficialmente este sábado la 135 Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional.
En su discurso, de cerca de 50 minutos de duración, Pino planteó que “los últimos gobiernos marchitaron la dignidad de las personas”, a la vez que cuestionó las retenciones y los múltiples tipos de cambio, y no solo criticó al Gobierno actual sino a la clase política en general.
“Este momento, en que estamos todos reunidos, y en que el país nos escucha, es una ocasión privilegiada. Debemos aprovecharla para analizar claramente nuestra realidad, en particular la del campo y la agroindustria. Enfrentamos muchos problemas. Pero podemos ser optimistas, si trabajamos coordinando nuestras fuerzas”, afirmó en el arranque de su alocución.
El dirigente ruralista aseguró que con la sequía “han quedado al descubierto las pésimas políticas agropecuarias que los gobiernos han instrumentado en la Argentina en los últimos 80 años. Esas malas políticas las pagamos todos. Nuestra producción está estancada, trabada, debilitada y, si las condiciones impositivas y macroeconómicas cambiaran, podríamos producir mucho más”.
El presidente de la SRA, también planteó que “en nuestro sector el Estado actúa como socio desleal y forzoso. Lo hace a través de impuestos confiscatorios, discriminatorios y distorsivos, que se van acumulando sin lógica ni sentido, en todos los niveles: nacional, provincial y municipal. Lo hace a través del manejo del tipo de cambio, que obra como un instrumento de apropiación de la legítima rentabilidad del productor”
En la misma línea aseguró que “el Estado, que debe trabajar para abrir mercados, irrumpe con intervenciones oportunistas, como las cuotas de exportación, la prohibición de importaciones indispensables, la manipulación de los fideicomisos, o los acuerdos prebendarios y proteccionistas con ciertas empresas. Intervenciones que falsean costos y precios, encadenan la libertad de comercio, y desalientan cualquier plan de inversión o crecimiento”.
Sobre la coyuntura Pino opinó: “Las medidas tomadas por el Gobierno esta semana no nos dan previsibilidad, y que quede bien claro: estas medidas se toman por una necesidad financiera del gobierno y no en beneficio de todo el sector. Necesitamos reglas claras, justas y previsibles que generen confianza y se puedan instrumentar. Estamos cansados de anuncios que nunca llegan a los productores”.
Por otra parte, dedicó un párrafo al problema del arraigo en el sector rural, al plantear que “la comunidad rural entera está discriminada en Argentina. No se salva de la inseguridad que, por otro lado, cunde en el país entero y afecta más a los que menos tienen. En el campo hay destrucción de producciones y viviendas, hay ocupaciones ilegales, hay desprotección, en general, contra el delito. La educación y la salud, en ambientes rurales, están ausentes, o diezmadas, o destruidas. La luz, el gas y la conectividad llegan a precios imposibles de pagar, o directamente no llegan. Tampoco las rutas en buen estado, ni los puentes, ni los trenes, ni el transporte fluvial”.
Sobre el potencial del campo argentino, el presidente de la SRA subrayó que “es el único sector que genera divisas netas genuinas, para que la Argentina funcione. Sólo en concepto de derechos de exportación, el campo viene aportando al país 170.000 millones de dólares en los últimos 21 años”.
En un año electoral el tema político no podía estar ausente, y en este sentido Pino afirmó que “a los nuevos gobernantes les pedimos, no que dejen de ayudar a los necesitados, sino que lo hagan respetando su dignidad, a través de medidas económicas que creen puestos genuinos de trabajo”.
Para cerrar, el dirigente subrayó: “A los nuevos elegidos, y a toda la clase política, les vamos a exigir la construcción de un país donde haya un futuro para cada argentino. Un país donde todos trabajemos para constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.