La Bolsa de Cereales de Córdoba dio a conocer las estimaciones correspondientes a la provincia de San Luis para la campaña de cosecha gruesa del ciclo 20221/2022, en el que se asignó al maiz 473.200 ha, una suba del 11%, respecto de ciclo anteriores.
Del total de la superficie para este cereal, se asignó un 13 % a maíz destinado a forraje y 3 % se habrían perdido por condiciones climáticas adversas, quedando como cosechable un área de alrededor de 398.400 hectáreas.
Hacia fines de marzo y principios de abril la mayor proporción del maíz temprano se encontraba en madurez fisiológica, habiéndose cosechado el 2 % de la superficie. El maíz tardío, sembrado después del 1 de noviembre, se encontraba en pleno llenado de grano, con casi el 90 % de los lotes en estado de grano pastoso (R4).
En el período relevado, 28 % de los lotes se encontraban entre malos y regulares, consecuencia de la falta de agua de los últimos meses que, según nuestros colaboradores, es de moderada a alta.
Además, gran proporción del maíz temprano quedó afectada por el calor y la sequía de enero sufrida en plena floración, sumado a la ocurrencia de granizo y, como si fuera poco, los maíces tardíos atravesaron estrés térmico por heladas a fines de marzo.
Todos estos eventos climáticos se reflejan en las estimaciones de rendimientos según la fecha de siembra.
Si bien la cosecha del cultivo al momento del relevamiento era incipiente, las primeras estimaciones indican un rendimiento promedio ponderado provincial de 54,8 qq/ha y una producción cercana a 2,2 millones de toneladas.
El rinde sería un 15 % menor a la campaña precedente debido a las condiciones climáticas mencionadas y la producción un 5 % mayor, variación explicada por el aumento en la superficie sembrada.
SORGO
Para la campaña 2021/22 se estiman que 34.400 hectáreas fueron sembradas con sorgo, área 7 % mayor a la campaña precedente y de la cual el 51 % correspondería a superficie perdida y planificada como forrajera.
Durante la fecha relevada, el estado general del sorgo también desmejoró, ya que el 37 % de la superficie presentaba condiciones regulares y malas por las mismas causas que en los demás cultivos: falta de agua y heladas tempranas.
Además, colaboradores mencionaron retraso y variabilidad en el ciclo como consecuencia del calor y la sequía de enero y también se reportó la presencia de pulgón amarillo (Melanaphis sacchari) por la zona noreste de la provincia.
Si bien la cosecha no comenzó, el cereal se acerca a los estadios finales de su ciclo, con un 72 % de los lotes en grano lechoso y el 28 % en grano pastoso durante los primeros días de abril. Hasta el momento, se prevé que el rendimiento promedio provincial alcance los 25 qq/ha, con una producción de 41.800 toneladas.
SOJA
Respecto de esta oleaginosa, se estima que las 155 mil hectáreas proyectadas representan una merma del 23 % y del 32 % respecto a la campaña anterior y al promedio de las últimas 4 campañas respectivamente.
De las mismas, serían cosechables cerca de 150 mil ya que alrededor del 4 % de la superficie sembrada se habría perdido por condiciones climáticas.
Hacia principios de abril, la mayoría de la soja temprana (sembrada antes del 15 de noviembre), se encontraba en madurez fisiológica, mientras que el 80 % de soja tardía atravesaba el estado de R7, es decir, el comienzo de madurez. El cultivo hasta la fecha relevada presentaba un avance de cosecha del 18 %.
Al igual que en maíz, las condiciones de la soja empeoraron respecto a febrero, ya que el 41 % de los lotes se encontraban entre regular y mal estado.
Los colaboradores que aportaron datos al relevamiento informaron que se debe principalmente a estrés hídrico de leve a alto por falta de agua y a estrés térmico por heladas ocurridas los últimos días de marzo, las cuales afectaron principalmente a la soja tardía.
Por otra parte se reportó la presencia de plagas tales como chinches (Nezara viridula y Piezodorus guildinii) y oruga medidora (Rachiplusia nu), de baja a media incidencia.
Las primeras estimaciones de producción arrojan un rendimiento promedio provincial de 19,8 qq/ha, lo que se traduce en una producción de 297.000 toneladas.
En línea con los estados generales de la soja, dichos valores presentarían variaciones interanuales negativas del 29 y del 44 %.
MANI
Se prevé que la superficie sembrada con serían 13.800 hectáreas, representando una disminución del 1 % respecto a la campaña 2020/21. Además, esta superficie tendría una participación del 4 % en la zona de influencia de la BCCBA, la cual alcanzaría unas 357.300 hectáreas.
El estado general de la leguminosa, que se encontraba 100 % en comienzo de madurez, variaba de excelente a bueno y, si bien la labor de arrancado durante la fecha relevada no había iniciado, se espera que el rendimiento en caja sucio y húmedo ronde los 40 qq/ha, generando una producción de grano sucio y húmedo de 38.600 tn..
GIRASOL
La escasez de precipitaciones, el avance de cosecha en los últimos días de marzo y primeros de abril alcanzaba el 77 % de la superficie, resultando la labor en una variación positiva respecto a la campaña anterior, que para la misma fecha era del 30 %. Las estimaciones indican un rinde promedio de 17,3 qq/ha y 84.500 tn de producción de la oleaginosa.
Durante el primer trimestre del año, en todos los departamentos de San Luis se presentó un déficit hídrico respecto al promedio de los últimos 7 años, lo cual se refleja en los estados generales y los rendimientos estimados hasta la fecha. (fuente Noticias AgroPecuarias)