(Conexión Rural) Mientras se espera la llegada de 300 mil dosis de vacuna para enfrentar el brote de “encefalomielitis equina” que está afectando a varias provincias argentinas, entre ellas Santa Fe, se dieron conocer algunas características de esta enfermedad que tiene a maltraer a los productores.
El encargado de la oficina local de Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), Marcelo Astigarraga, describió en diálogo con VerTV que este mal “apareció hace unas semanas en Corrientes y después se reportaron con diagnóstico de laboratorio algunos casos en provincia de Santa Fe”.
El funcionario puntualizó que “el último caso reportado oficial fue en 1988, y esta vacuna fue obligatoria para los caballos que transitaban de un punto a otro del territorio hasta 2016, cuando se pasó a un estado facultativo en el que la potestad de vacunar o no era exclusiva del titular del caballo”.
En cuanto a esta reaparición del mal, el especialista describió que
Se produjo “por una migración que hizo el virus a través de aves silvestres que son picadas por mosquitos, que después contagian a otras aves, y al picar a los equinos se genera esta enfermedad”.
Los síntomas son una postración del animal infectado, depresión, incordinación y está reportado un 30% de mortalidad.
“La enfermedad tiene un tratamiento sintomático. Ante alguna sospecha de que el animal está enfermo el responsable debe dar aviso al Senasa para que a través de los registros sanitarios se notifique la casuística que está ocurriendo, hacer una geolocalización del predio y cantidad de animales afectados, y al mismo tiempo debe avisar a su veterinario privado para que haga un tratamiento sintomático de la enfermedad”.
Para controlar este mal existe una vacuna, pero la disponibilidad fue superada por la demanda: “Desde Senasa se están haciendo todas las gestiones para que los dos laboratorios nacionales que están produciendo esta vacuna vuelquen su mayor producción, y otro laboratorio que la importa la ingrese al país”.
La vacuna la debe gestionar personalmente cada titular de caballos con el proveedor de productos veterinarios a través de una nota de pedido.
“La buena noticia es que están ingresando las primeras remesas, que serían de 300 mil dosis para hacer la primera aplicación”, explicó el funcionario y acotó que “en algunos casos se hace una revacunación o refuerzo de dosis a los 30 o 60 días”.
Astigarraga remarcó que esta enfermedad es potencialmente zoonótica, porque el mismo mosquito que afecta al caballo también puede picar al humano. Por eso una de las medidas de precaución es utilizar repelentes y en caso de mostrar alguna sintomatología como signos febriles, consultar al centro de salud o a su médico particular”.
En la actualidad está prohibido el movimiento de equinos en las provincias afectadas, y sólo se permite el traslado de caballos a faena a los frigoríficos.
“Las actividades se podrán retomar cuando los caballos que se vayan a movilizar tengan su vacunación y hayan pasado 15 días de la aplicación de la dosis”, completó el responsable del Senasa local.