A lo largo de 17 ediciones, el Encuentro Nacional de Monitoreos y Manejo de Plagas, Enfermedades y Malezas, que viene realizando la empresa “Halcón Monitoreos”, en la provincia de Córdoba, sigue convocando a los principales referentes de la sanidad vegetal para exponer sobre las problemáticas más importantes.
Este año, con la misma visión prospectiva de siempre, como reconoce Daniel Igarzábal, titular de “Halcón Monitoreos”, se llevó adelante una nueva doble jornada en el hotel Quorum que trató diversos temas que fueron desde las resistencias sanitarias, las aplicaciones químicas y las soluciones biológicas.
En dos días, con entrada libre y gratuita, el primero con charlas plenarias y el segundo a través de cursos cortos de capacitación con temáticas dirigidas, ningún tema quedó afuera.
“Hay ciertos aspectos en los que hay que hacer mucho énfasis. Las resistencias, la agroecología, la aplicación de productos, la llegada a la agricultura de nuevas sustancias, como los semioquímicos, todo visto por medio de casos prácticos y soluciones concretas fue fundamental”, dice Igarzábal.
Para el experto, si hay algo que caracterizó a la agricultura en los últimos 30 a 40 años fue el cambio constante.
“Cada campaña nos encontramos con problemas diferentes, por ende, siempre nos encontramos con una situación diferente por resolver. Asimismo, siempre hay nuevas técnicas para intentar solucionar los problemas, pero la mejor técnica para abordaje de las soluciones, sin dudas, sigue siendo el monitoreo, en sentido amplio de la palabra”, manifestó.
Entonces, para Igarzábal, monitorear significa e implica contar con un registro actual e histórico de lo que sucede en cada lote y estar entrenado en técnicas de monitoreo para conseguir el mejor diagnóstico posible.
Al respecto, el experto reconoce el gran cambio de paradigma que transcurrió en Argentina en torno a la práctica de hacer diagnósticos sanitarios.
“En el año 2000, prácticamente, no se realizaban monitoreos en la superficie agrícola. Veinte años después, aproximadamente, se alcanza a tener un diagnóstico de la mitad de la superficie de soja, un avance más importante respecto a lo que sucede en Brasil y también que en Estados Unidos. Es el país en el mundo que más monitoreo realiza y hay muchas empresas contratadas para realizarlos, así como hay mucho profesionales capacitados y entrenados para hacerlo”, aseguró Igárzabal.
Agroecología bien entendida
El experto de cordobés fue el responsable de la primera charla de la doble jornada de trabajo. Su exposición se tituló la “Agroecología bien entendida”.
“Hay muchas visiones y posiciones diferentes en las que los ingenieros agrónomos pueden practicar la agroecología, aun aplicando agroquímicos. Se trata de compatibilizar la producción con la sostenibilidad y esto se puede hacer de muchas maneras: una de ellas es hacerla utilizando racionalmente los productos químicos”, dijo Igarzábal.
Así, su propuesta de trabajo introductoria a los dos días de encuentro fue que también se hace agroecología aplicando racionalmente todos los insumos para bajar el impacto.
“La agroecología sin agroquímicos no tuvo cambios en la cantidad de hectáreas sembradas en Argentina: representan siempre no más de 70.000 hectáreas. Entonces, ¿qué es más importante: que aumente esa superficie o bajar el impacto en los millones de hectáreas que se siembran?”, desafió.
Con mil inscriptos que llegaron desde diferentes regiones, se repitió la presencia de todos los actores de la protección vegetal: productores y técnicos tuvieron la posibilidad de estar, mano a mano y cara a cara, con todas las compañías que ofrecen soluciones tecnológicas y despejar dudas. Además, estuvieron prestigiosos especialistas argentinos y también referentes regionales de distintas instituciones, así como también están los representantes del gobierno.
Todos estuvieron presentes como parte de este encuentro que sigue manteniendo viva su esencia desde el momento en que nació.