La producción agraria de la zona central del país deja un mojón productivo, consiguiendo una temporada única con 41,3 millones de toneladas de granos cosechadas.
A pesar de los excesos hídricos del ciclo 2018/19 que malograron muchas hectáreas, recuerda el informe elaborado por la Bolsa de Comercio rosarina de la semana pasada, “la soja dio batalla”. El rinde promedio de ese ciclo fue de 40 quintales por hectárea versus 29 quintales del ciclo 2017/18, con una producción de 20 millones de toneladas. Vale la pena agregar que, la campaña 2017/18 fue signada por la sequía más importante de los últimos 50 años. Esto provocó una gran diferencia entre campañas.
Por su parte, según los registros de la entidad, el maíz 2018/19 alcanzó excelentes rindes promedios, en torno a los 111 quintales por hectárea, que, sumado a la importante superficie implantada, dejó un saldo por encima de los 7 millones de toneladas, respecto a lo cosechado en el 2018 y al promedio de los tres años anteriores.
El otro cereal que mostró resultados contundentes fue el trigo. El área sembrada de 2019/20 en la zona núcleo fue la más importante de los últimos 16 años en la región, con 1,7 millones de hectáreas. La siembra del cereal empezó con excelentes condiciones hídricas. Se lo fertilizó como nunca antes, dice los datos de la Bolsa. Sin embargo, en pleno invierno se cortaron las lluvias hasta casi finales de octubre.
Pero la tecnología aplicada en el cultivo le dio sostén y la producción fue la más grande de los últimos tiempos, con marcas que superaron los 6 millones de toneladas. De esta manera la región núcleo cosechó en el 2019, 41,3 M tn, la producción más grande de la historia entre los tres cultivos: soja, maíz y trigo.
LLUVIAS
Las lluvias de esta temporada fueron erráticas. Aquellas que se esperaban para mediados de septiembre, recién aparecieron en diciembre. Pero fueron los últimos días de diciembre los que aportaron los mayores milimetrajes y así poder superar la media mensual histórica. Esto devolvió la esperanza a los productores y el potencial a los cultivos.
El sur de Santa Fe y el este de Córdoba recibieron más de 200 milímetros en diciembre. De esta manera se restituyen las reservas hídricas en la región y son un gran alivio para los cultivos gruesos.
A pesar del auxilio de los últimos días de diciembre, el este cordobés y el sur santafesino quedaron con lluvias por debajo de la media anual, entre 700 y 900 milímetros.