(Conexión Rural/Pablo Salinas) Los vaivenes de la economía argentina y los efectos de la sequía hicieron que el mercado ganadero atraviese este último tiempo un panorama muy inestable. Sin embargo, el consignatario Esteban Boyle, aseguró que ahora “estamos en una nueva actualización del número ganadero. Empezamos con una recuperación del ternero, porque el ternero que se comercializaba a 450 pesos, ahora está en 650 pesos”.
En la misma línea explicó que “si uno compara el precio con el dólar o la inflación del país, veníamos muy atrasados, y va a pasar lo mismo con la hacienda gorda y con la carne”.
Boyle insistió en que “esta es una actualización de precios porque estamos atrasados. Hoy un kilo de helado vale lo mismo que dos o tres kilos de carne, y cuánto nos cuesta hacer un kilo de carne desde que nace y llega al plato”, y agregó: “Pueda ser que siga en este nivel, no para que el precio sea inalcanzable para la gente, porque eso es lo que nunca queremos, pero esto es oferta y demanda, y si esto se da con un maíz que sigue subiendo, una invernada cara y si el gordo no se actualiza, el productor va a dejar de encerrar en los feedlots y vamos a tener en noviembre, diciembre, enero, una carne mucho más cara porque no habrá gordos”.
Por otra parte, informó que hay mucho pedido de hacienda “porque los frigoríficos están empezando a stockear, sobre todo en lo que es exportación, porque va a faltar más adelante. Este año los frigoríficos, adelantándose a lo que iba a venir, han comprado mucho novillo gordo que tienen en feedlots y van sacando y metiendo faena propia para cumplimentar las cuotas que tenemos a nivel internacional”.
En cuanto a la sequía opinó que “recién la empezamos a vivir ahora, no en el momento. A partir de ahora se comenzarán a notar las faltas de pariciones. Ya se está hablando de 1,5 millón a 2 millones de terneros menos para la próxima zafra. Eso es malo para todo el sistema, pero no es tan malo para que el precio se actualice y la gente apueste a la ganadería”.
El consignatario de hacienda aprovechó la ocasión para expresar un deseo: “Esperemos que la política que siga, para un lado o para otro, a la ganadería la deje tranquila. El productor sabe lo que tiene que hacer, es un caminar despacito, pero ir para adelante”.
Sobre las últimas medidas dispuestas por el Gobierno nacional que afectan al sector Boyle fue más contemplativo que el resto de la dirigencia ruralista: “Tenemos que ponernos en el medio de todo esto. El país está en llamas porque no tenemos más reservas. Esperemos que esto se resuelva y si el Fondo Monetario tiene que mandar plata que la mande y que estas medidas sean un parche para llegar a una nueva renovación de deuda. Hemos tocado fondo y esperemos que ahora piquemos para arriba para estar bien todos los argentinos”.