(Conexión Rural) Los vaivenes políticos del país hacen que distintos organismos vayan cambiando de denominación y estatus según el color de la administración de turno. Tal el caso de la Secretaría de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena que de la mano de Miguel Gómez está encarando una nueva etapa de reconstrucción.
“A nosotros nos toca la etapa de reconstrucción de esta Secretaría que en su momento tenía 200 mil compañeros en todo el territorio, trabajando y fortaleciendo la cuestión productiva y de comercialización y acompañando la lucha de los movimientos de la tierra, pero eso fue desarticulado totalmente”, describió Gómez.
En su análisis, el funcionario planteó que “para que el Estado esté presente es necesario que haya compañeros que estén en el territorio fortaleciendo y acompañando los procesos productivos”, y como dato aleatorio puntualizó que de 2 mil agentes que llegó a tener el área en su momento en la actualidad sólo quedan 659.
Sobre la agricultura familiar, campesina e indígena puntualizó que “ante todo somos productores de alimentos sanos. Nosotros queremos llevar nuestra producción a los 45 millones de argentinos, entonces hay que aclarar que somos el campo que produce alimentos, no producimos comodities”.
Entre las líneas de trabajo que es necesario implementar para fomentar esta actividad el secretario enumeró: “Hay que fortalecer los mercados locales, multiplicar las ferias en el territorio, facilitar la distribución de esos alimentos y producir agroecológicamente, que es un proceso que ya se está dando”.
En esta etapa de reconstrucción de la Secretaría de Agricultura Familiar uno de los lineamientos principales será que “ningún productor más deje la tierra. Ese será el eje rector de nuestra gestión y para eso estamos implementando distintos programas que tienen que ver con favorecer la producción local y el abastecimiento de esos productos a nivel local”.
El armado de zonas de trabajo será otra de las herramientas que el organismo pondrá a disposición y destacó que también se están tendiendo puentes para fomentar la exportación.
En el debe de la agricultura familiar queda “formalizar al sector, porque si bien nos ven falta formalizarnos tanto individual como colectivamente en el sistema de cooperativas, porque esta pandemia también nos ha demostrado que nadie se salva solo”. (fuente “Y del Trabajo del Hombre”, Radio Ciudad Venado Tuerto)