Desde el exterior, auguran una recuperación en el corto plazo para el comercio exterior de la ganadería bovina argentina. Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), las exportaciones de carne alcanzarían el año próximo un volumen de 280 mil toneladas, el nivel más alto de los últimos siete años.
“La mayoría de los exportadores sostiene que la nueva administración nacional, que asumirá el cargo en diciembre, introducirá cambios en las políticas que mejoren la competitividad de las exportaciones del sector”, precisa el informe.
El Usda identifica a “una moneda local fuerte”, las limitaciones para vender al exterior y a los impuestos a la exportación del 15 por ciento (retenciones), como las políticas que influyen en la actual performance del sector ganadero. “Gran parte de la industria espera que estas políticas se modifiquen dentro de los primeros meses”, precisa el organismo estadounidense.
Dentro de estas expectativas favorables, los operadores esperan que las exportaciones argentinas de carne fresca a los Estados Unidos se reanuden a principios del año próximo.
Si bien hay incertidumbre sobre las futuras importaciones chinas, debido a su reciente ajuste económico, los operadores auguran que el gigante asiático continúe ampliando sus compras durante el año próximo. Los exportadores indican que, debido a la reciente devaluación del yuan, los precios de la carne de exportación cayeron alrededor de cinco por ciento.
MENOS PRODUCCIÓN
Para el año próximo, la producción local de carne bovina se proyecta en 2,68 millones de toneladas, el volumen más bajo en los últimos cuatro años, debido a una caída en la faena. Se espera que más animales se terminen con granos (en feedlots), para aprovechar los precios favorables de los cereales y la oportunidad de agregar valor a la producción de maíz.
El menor nivel de faena proyectado se fundamenta en una retención moderada de hembras (terneras, vaquillonas y vacas), ya que hay expectativas de mejora en el sector ganadero.
Si bien se espera una menor producción de carne, una mayor cantidad de terneros nacidos aportará un aumento en el stock bovino nacional. Las existencias alcanzarían durante el año próximo a 53,2 millones de cabezas, el nivel más alto desde 2008, según admite el Usda.
“Muchos agricultores que producen maíz o sorgo en zonas alejadas de los puertos están comprando hacienda para agregar valor a su grano y evitar una alta carga del flete que, en algunos casos, se lleva la mitad de sus ingresos brutos de grano vendido”, observa el informe del organismo estadounidense.
A partir de esta consideración, el Usda asegura que entre 70 y 80 por ciento del ganado vacuno en Argentina se termina en confinamiento con granos, un nivel récord.
RETROCESO DEL CONSUMO
En cuanto a la demanda doméstica, el organismo estima que durante el año próximo se consumirán 2,4 millones de toneladas, el volumen más bajo desde 2011.
“Las mayores exportaciones y una caída en la producción recortarán el suministro de carne vacuna en el mercado interno. Se prevé que el consumo per cápita caería a 56 kilos, frente a los 59 kilos en 2015.
PRODUCCIÓN EN BAJA
Volúmenes
Según el USDA, en 2016 la producción de carne en el país, medida por indicadores de faena, llegaría a 2,68 millones de toneladas, el volumen más bajo en los últimos cuatro años.
Existencias bovinas
Ascenderían a 53,2 millones de cabezas, el nivel más alto desde 2008. Se prevé que más animales se terminarán con granos, debido a una mejor relación de precios en la conversión.