La campaña comercial del trigo correspondiente al ciclo 2020/21 comenzó a mostrar signos de desaceleración y un fuerte contraste entre las compras realizadas por la exportación y el mercado local.
De acuerdo a estimaciones privadas, los exportadores se hicieron con casi el 90% del cereal disponible, mientras que los molinos adquirieron menos del 30% del stock que necesitan, cifra que representa el menor volumen operado en las dos últimas décadas.
A esta situación, se suma un reciente reclamo de la cadena brasileña de trigo, en relación a los stocks disponibles para abastecer la demanda interna del vecino país. De acuerdo a estimaciones públicas y privadas, la cosecha de trigo en Argentina se ubicó en 17 millones de toneladas.
Según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario, el sector exportador adquirió hasta el momento 8,8 millones de toneladas de trigo, dato que permite inferir que este sector ya cubrió casi en su totalidad el volumen comprometido para enviar al exterior. De acuerdo a las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) disponibles hasta el momento, esperan vender 10 millones de toneladas al exterior este año.
El dato a tener en cuenta es si la industria local registrará algún faltante de insumos, que pueda tener un impacto en los precios de venta al público de los panificados. El Gobierno nacional sigue muy de cerca esta cuestión y busca cerrar acuerdos para los valores de venta de productos sensibles de la canasta básica.
Sobre este tema, la bolsa rosarina estimó que “por ser una industria (en referencia a la molinería) que no funciona con altos stocks, realiza compras progresivas a medida que avanza la molienda del cereal”.
Una vez cubierto el volumen requerido para cumplir sus compromisos, los exportadores levantaron el pie del acelerador. Entre finales de enero y la segunda quincena de febrero, el ritmo de compra por parte de este sector era de 230.000 toneladas semanales, mientras que en las semanas anteriores promediaba las 380.000 toneladas.
Con respecto al sector molinero, el promedio de compras semanales fue de 68.000 toneladas, y si bien imprimieron un mayor dinamismo a las operaciones, se encuentran 27% por debajo a la misma fecha de la campaña 2019/20. Al analizar las compras de esta cadena de valor hasta la sexta semana de cada año, la BCR calculó que se encuentran en su segundo nivel más bajo en los últimos 20 años, ya que sólo en el ciclo 2015/16 se observó un volumen de negocios inferior al actual.
Las críticas desde Brasil
En el marco del Pre Congreso Trigar 2021, que reunió a privados, Comisión de Enlace y Gobierno, la cadena del trigo brasileña advirtió sobre la disponibilidad del cereal argentino para cumplir los compromisos con el vecino país.
Rubens Barbosa, presidente de la Associação Brasileira da Indústria do Trigo, remarcó que de acuerdo a información que maneja esa entidad, el volumen que enviará Argentina sería de 4,5 millones de toneladas. “Es muy limitado en relación a la demanda interna, la industria está preocupada”, señaló Barbosa.
El presidente de Abitrigo sugirió que en el segundo semestre del año “contaremos con el trigo que viene del hemisferio norte” y adelantó que “hasta el momento, los molinos brasileños importaron 450.000 toneladas de trigo argentino, esperemos que haya continuidad”. Por año, Brasil requiere para su mercado interno un volumen de 12 millones de toneladas, pero cuenta con una capacidad de producción que se ubica sobre 6 millones de toneladas. (fuente Noticias AgroPecuarias)