Con la incorporación de tecnología de proceso para mejorar la cría y la praderización de suelos ganaderos y con aptitud agrícola en la provincia, la industria frigorífica de Córdobaestaría en condiciones de aumentar 60 por ciento su faena anual de bovinos.
La conclusión es parte de un estudio elaborado por la consultora Agroidea, a pedido de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba (Afic), que demuestra que la provincia cuenta con una capacidad potencial de recría y engorde de 2,85 millones de cabezas.
De la mano de una política comercial más previsible y competitiva, la mayor oferta de hacienda permitiría además la reactivación del negocio exportador, un rubro donde la provincia ha perdido más de 500 trabajadores en el último año.
El salto productivo que prevé el informe, sobre el potencial productivo del sector de ganados y carnes en la provincia, le permitiría a la industria frigorífica local disponer de 700 novillos más para la faena. Esa mayor oferta significaría poder faenar 1,8 millones de cabezas, por encima de los 1,12 millones registrados en 2014. Además de elevar al 80 por ciento el uso de la capacidad instalada de las plantas radicadas en la provincia y volver a los niveles de actividad de 2009, según explicaron Federico Santángelo, Fernando Gil y Fernando Falla, los autores del informe.
El estudio fue presentado esta semana durante un seminario sobre actualización en ganados y carnes realizado en la Ciudad de Córdoba, organizado por la Federación de la Industria Frigorífica Regional Argentina (Fifra) y el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
El proceso de intensificación de la ganadería permitiría, además, la creación de más de cinco mil puestos de trabajo en la cadena.
MANEJO E INVERSIÓN
A partir de tres escenarios productivos, basados en la mejora de los índice reproductivos, la praderización de los suelos ganaderos y la inclusión de pasturas en lotes con aptitud agrícola, el estudio demuestra la factibilidad de llevar la producción de terneros en la provincia a 1,37 millones de cabezas (actualmente en 1,15 millón de cabezas). Y a una potencialidad para hacer recría y engorde de 2,854 millones de cabezas.
La puesta en marcha de esta iniciativa requiere una inversión plurianual aproximada a los 680 millones de dólares, destinada a la compra de vacas preñadas o a la retención de 525 mil vaquillonas y a la implantación de pasturas e infraestructura en 1,57 millones de hectáreas. “Si se tiene en cuenta que Córdoba importa todos los años alrededor de 1,2 millones de terneros para engordar en su territorio por 470 millones de dólares, la cifra a invertir no parece tan representativa”, comparó Federico Santángelo, uno de los autores del informe.
Córdoba tiene anualmente un movimiento interno de categorías de invernada por 1,3 millones de cabezas, a los que se suman 1,2 millones de terneros más que ingresan de Buenos Aires, Santa Fe, San Luis y Corrientes. Para el titular de Fifra, Juan Peralta, el estudio generado por la iniciativa de la industria frigorífica busca incentivar al ganadero a producir más carne y, principalmente, a generar políticas públicas para su concreción.
SIN COMPETITIVIDAD
Mientras se proponen medidas domésticas para incentivar a la cadena bovina, desde el exterior no vienen buenas noticias. Por estos días, la industria exportadora se esfuerza para desenvolverse en un escenario dominado por la baja en los precios internacionales, la falta de competitividad que significa el tipo de cambio y la pérdida de valor del recupero de la faena (el cuero y el cebo). “Hoy la industria tiene un tipo de cambio de ocho pesos, por la incidencia de las retenciones, que la colocan en una situación de amplia desventaja frente a sus competidores como Brasil, Uruguay y Paraguay”, admitió Miguel Jairala, economista del IPCVA, durante su disertación en el seminario realizado en Córdoba.
Con el precio del novillo más alto de la región, y el poder de compra reducido por la pérdida de rentabilidad, las posibilidades de los frigoríficos exportadores nacionales se ven reducidas. Comparado con Brasil, por ejemplo, el kilo al gancho del novillo argentino es un 64 por ciento más caro.
La desventaja competitiva respecto al vecino país es de tal magnitud, que, según el economista del IPCVA, para estar en igualdad de condiciones el tipo de cambio en Argentina debería ser de 13,14 pesos.