El presidente Alberto Fernández y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, coincidieron en sus últimas apariciones en encuentros vinculados al agro. Ambos consideraron que la cadena cárnica es la principal fuente que puede aportar más dólares para la economía nacional.
Para eso, la producción ganadera argentina necesita dar un salto tanto en cantidad como en calidad, y las tecnologías son una herramienta esencial para lograr el impulso.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, afirmó que hay que copiar a la agricultura. “Los rendimientos crecieron 70 por ciento en los últimos años gracias al uso de tecnologías. En la ganadería estamos un poco por detrás”, expresó durante la apertura del Seminario Agtech Ganadero 2020: Tecnologías integradas 4.0, organizado por la SRA.
“La ganadería tiene la oportunidad de seguir el camino de lo que pasó con la agricultura. Estamos en un momento bisagra, clave para lograr la revolución que permita una mejora sustantiva en la eficiencia productiva”, coincidió Aníbal Pordomingo, coordinador del Programa Nacional de Producción Animal del Inta.
Así como la producción agrícola dejó de pensar en un manejo por hectárea a uno por ambientes, Pordomingo sugirió pasar de “la ganadería de grupos de animales, a comenzar a gestionar individuos”.
Para el referente del Inta, son herramientas necesarias para ganar competitividad. “Si queremos ser protagonistas en el negocio global, hay que ser oferentes de productos más allá del volumen y lo genérico”, evaluó.
Inteligentes
Sensores que miden indicadores de salud de los animales, bebederos que se llenan automáticamente o equipos que emiten alertas para mejorar la suplementación son algunos ejemplos que mencionó Pordomingo.
Ignacio Albornoz es un argentino especializado en agtech que trabaja en la meca del mundo tecnológico: Sillicon Valley. Citó un dato que constituye una muestra de la “explosión” que viven las tecnologías vinculadas a la ganadería: la compra por parte del laboratorio Zoetis, el mayor del mundo en sanidad animal, de la startup Performance Livestock Analytics, por un monto superior a 100 millones de dólares.
Algunos desarrollos que están teniendo impacto, según Albornoz, son cámaras que “leen” los comederos para saber el suministro, sistemas con reconocimiento facial de las vacas, monitoreo de peso a través de imágenes y un “pasturómetro” que mide altura y condiciones del forraje. En la producción lechera, la tendencia de avance la aportan los tambos con ordeñe robotizado.
Pablo Roccatagliata, especialista en data science e inteligencia artificial de Digital House, valoró que los datos son un activo muy importante con los que la ganadería puede mejorar su negocio. “United Airlines para obtener fondos puso como garantía su dataset: lo valuaron en 22.000 millones de dólares”, ejemplificó.
Una herramienta que consideró útil es machine learning: enseñarles a las máquinas a interpretar imágenes, para proponer soluciones. “La idea es tratar de predecir algo que nos interese, por ejemplo, la fertilidad de una vaquillona. Y no es tan difícil de ejecutar: estamos en la era del machine learning como servicio. Sólo hay que encontrar la pregunta correcta que queremos contestar”, graficó.
En ese sentido, aclaró que esperar soluciones 100 por ciento provistas por un software no es un camino que lleve a buen destino. “No todo es predecible, siempre tiene que haber alguien que entienda el negocio para orientar a la tecnología”, indicó.
Ignacio Imperatrice, representante de la empresa Hunitro, centró su disertación en las oportunidades que brinda el sistema blockchain. “Cada día más consumidores quieren saber qué comen y de dónde viene. Para eso se necesita trazabilidad ampliada y el blockchain permite construir confianza sin revelar datos confidenciales”, explicó.
Asimismo, sugirió que como los datos almacenados en las “cadenas de bloques” son inviolables, representan una ventaja para acceder a financiamiento, ya que otorgan seguridad al banco. (fuente AgroVoz)