En el último workshop organizado por Syngenta, asesores del sur de Pcia de Bs As coincidieron en que una correcta densidad de siembra y la uniformidad en el momento de emergencia son muy importantes para tratar de alcanzar el máximo potencial. La enfermedad a controlar es Mildiu. Mirando la evolución de la población y el consumo esperado de girasol, el panorama es alentador.
Mar del Plata, julio de 2015. El girasol viene de cerrar una campaña con rendimientos récord, en parte gracias a condiciones climáticas favorables, pero también gracias al valor que en la actualidad le confieren los germoplasmas. Como es costumbre, Syngenta organizó un nuevo taller orientado a proporcionar herramientas técnicas y de manejo de girasol, al que asistieron los máximos referentes del país para este cultivo.
La apertura del evento estuvo a cargo del doctor Jorge González Montaner, cuya presentación tuvo como eje el fortalecimiento de los pisos y la liberación de los techos de rinde del cultivo. Al comenzar su exposición destacó: “Es importante plantear si en el largo plazo estamos ante un negocio con potencial. Si miramos la evolución de la población y el consumo esperado de girasol, el panorama es alentador. En la actualidad, la superficie local tiende a sostenerse, aun con márgenes bajos, pero se reduce el área en zonas marginales”.
Asimismo, señaló que el crecimiento esperado de la demanda hacia 2025 es enorme y va a ser difícil de cubrir con la actual superficie sembrada. “Argentina es uno de los principales países para trabajar en esa dirección, gracias a la velocidad de adopción de tecnología y a las nuevas generaciones. Hoy podemos ver empresas en distintas situaciones, empresas con buena posición en busca de diversificarse para reducir las amenazas, o en una situación débil pero en busca de oportunidades a futuro, aunque también hay empresas en situación de debilidad con perspectivas desfavorables”, sostuvo.
“Es algo que puede disimularse en un escenario con precios en alza, pero queda expuesto con baja de precios. Si analizamos el negocio, con 26 o 27 qq/ha, que es el promedio zonal, y con los precios actuales el escenario es complejo, por lo que debe tenerse en cuenta la alta volatilidad que presentan los mercados”, consideró.
Con respecto a aspectos técnicos del cultivo, González Montaner explicó: “Hacemos hincapié en el girasol en dos momentos: el período crítico para número de granos, y el período que define cuaje. Las lluvias diciembre-enero en la zona determinan los rindes. En general, en 2015, las lluvias fueron buenas en ese período. Luego, durante el llenado de granos en febrero, las lluvias –que en exceso resultan un problema por el aumento de enfermedades– fueron bajas, de modo que los rendimientos fueron buenos. Para este año esperamos un Niño y, en ese contexto, buenas probabilidades de lluvias abundantes en octubre-noviembre, con una buena recarga para el girasol y posible exceso para la cosecha de cebada, o fusarium en trigo”.
Además, indicó que el agua tardía también tiene incidencia: “A medida que las lluvias de segunda quincena de enero son elevadas, el girasol rinde 30 por ciento menos que la soja, pero si son bajas, el girasol rinde 20 por ciento más, por lo que podemos ver que cada cultivo tiene una ventana óptima de condiciones ambientales, y no sólo hay que mirar los márgenes esperados. Se recomienda diversificar para manejar un clima que no sabemos cómo será”.
En cuanto a los cuidados de la siembra sugirió: “La densidad de siembra es importante para tratar de alcanzar el potencial y no pasarse para reducir costos. En girasol, apuntamos a tener 50 mil plantas por hectárea para tener margen de seguridad y buenos resultados. En cambio, en zonas marginales o ambientes someros se recomienda bajar la densidad.”
Otro factor importante, según González Montaner, es la uniformidad en el momento de emergencia. “Si una planta nace antes que otra, la competencia en el tiempo baja el potencial, algo que resulta más probable en lotes de siembra irregular. Por eso es importante el tratamiento de semillas y su calidad, para que no pierdan vigor, en especial en zonas frías y con cobertura. Se recomienda monitorear babosas en lotes húmedos, costeros o cercanos a los ríos y controlar bichos bolitas. En tanto, para oruga grasienta conviene usar un producto efectivo en la primera aplicación, puesto que si falla luego es difícil revertir. Asimismo, se sugiere realizar controles nocturnos con bajo volumen para que la gota esté concentrada, y con cono hueco para tener alto número de impactos y buena cobertura”.
Además, González Montaner recomendó “controlar plagas importantes como chinche diminuta, arañuelas y defoliadoras”, mientras que frente a la problemática de las palomas sugirió “tener cultivos homogéneos y, si se puede, adelantar cosecha, buscar capítulos decumbentes o usar girasoles confiteros para dificultar su ingesta”.
En relación con las enfermedades, comentó que mildiu es un tema que preocupa muchísimo entre los productores. “El año pasado tuvo lugar un nuevo ataque importante en muchas zonas, que estuvo asociado a plantaciones con exceso hídrico, donde el agua quedó en la línea, y las zoosporas atacaron en condiciones favorables. Se recomiendan buenos tratamientos de semilla. Hasta ahora usábamos metalaxil, pero no controla las nuevas razas. El tratamiento con Dynasty de Syngenta funciona muy bien para estos casos”, afirmó.
Además, González Montaner señaló nuevos materiales de Syngenta tolerantes a variantes de esta enfermedad. “Es importante que los materiales estén bien tratados, ya que se puede perder hasta un 20 por ciento de plantas en condiciones de exceso hídrico favorables a la enfermedad. Desde el punto de vista agronómico no debe dejarse abierta la línea de siembra, ya que ahí se acumula agua. Esperar a que el suelo baje el nivel de humedad y se cierre la ‘V’ luego del paso de las cuchillas de la sembradora”.
También fue analizado el manejo de malezas: “En general la rama negra se volvió importante en todos los cultivos, para controlarla solemos usar Clearsol Plus sobre materiales CL. En los ensayos se observó que debe evitarse el uso de herbicidas CP sobre híbridos CL, puesto que afectan al cultivo”, afirmó.
“Otro problema que se manifestó en las últimas campañas fue la residualidad de algunos herbicidas. Pequeñas dosis de estos herbicidas en tanque afectan fuertemente a girasol, con daños importantes en dosis 100 veces menores a las aplicadas. Debe tenerse un control muy estricto sobre las pulverizadoras, con reiterados lavados, y tratar de no aplicar si se viene de estos herbicidas. El lavado no es fácil en tanques rugosos donde se deposita el producto”, explicó González Montaner.
Con respecto a los materiales comentó que “en girasol hay un gran aumento de la superficie de alto oleico –prácticamente el 60 por ciento– que a la fecha presenta avances genéticos importantes”. Indicó también que para este año se espera un aumento de Cl alto oleico, por las primas pagadas y la obtención de precios. “Según la localidad, debemos pensar con qué nivel de prima conviene o no hacer alto oleico”, recomendó.
Al evaluar la red de ensayos de cultivares señaló que “para la zona oeste de la provincia, se destaca por potencial y materia grasa SYN3825, mientras que para la zona de Mar del Plata, Balcarce, Tandil y Madariaga sobresalen SYN3970 Cl y SYN4070 Cl”. En zonas más amplias, que incluyen más localidades, vuelve a destacarse el SYN3970 Cl, que en opinión del especialista se comportó de manera sobresaliente. “En tanto, en la red que abarca la zona de Vázquez, Cascallares, Tres Arroyos y Tandil, el promedio de resultados pone arriba al SYN3825, con resultados excelentes y muy buena sanidad, además de los altos oleicos SYN3950 y SYN3965”, relató.
Al evaluar la respuesta a fungicidas afirmó que lo mejor es tener un sistema para decidir la aplicación con un modelo validado. “En la región se ve la respuesta promedio de 51 ensayos, que fue de 176 kilogramos, es decir, es decir un 5 por ciento de aumento, con respuesta positiva en el 65 por ciento de los casos. Se recomienda la aplicación con avión, ya que hubo muchos casos donde el mosquito descabeza el girasol al tocarlo y al poco tiempo cae”, afirmó.
Como conclusión final, González Montaner comentó que “el corto plazo es preocupante, pero sabemos lo que se puede hacer bien”. A lo que añadió: “Hay buenos híbridos y buenas tecnologías de producción, por lo que puede apostarse a sostener pisos elevados de rinde. Es importante conocer bien la situación de cada empresa. No siempre la decisión de esconderse es la mejor: la mejor decisión es conocerse”.
A continuación, el departamento de Servicio Técnico de Syngenta presentó el portfolio de Genética y Protección del Cultivo, donde destacaron las variedades del crecimiento de híbridos CL y Cl alto oleico. En el segmento CL la empresa cuenta con SYN3970 CL, SYN4070 CL, SYN3930 CL y SYN3948 CL, posicionados para el sudeste. En tanto, en el segmento alto oleico DKOP3945 para ambientes de mediano potencial; y SYN3950 HO y SYN3965 CLHO para los mejores ambientes.
En materia de protección de cultivos se mencionaron Dynasty 10FS, MAXIM XL, Apron Gold y Cruiser 60FS en tratamientos de semilla. Para un control integral de malezas el portfolio está compuesto por Verdict HL, Clearsol DF, Cerillo, Sulfosato, Gesagard50 y Dual Gold, además de Gramoxane Super y Reglone. En control de insectos se recomendó Karate para orugas cortadoras o grasientas, y Curyom, de gran residualidad para defoliadoras. Por último, se recomendó Amistar Top para control de roya negra y enfermedades de fin de ciclo.
La jornada continuó con la presentación del ingeniero agrónomo Fernando Ross, quien se refirió al manejo y experiencias en girasol de segunda. En esos casos, el especialista sugirió sembrarlo “más tarde”, llevando la fecha a partir del 5 de enero, pero sin bajar la densidad para no reducir su potencial, sobre todo si se parte de un perfil con buen contenido de humedad. A la vez recomendó no utilizar ciclos cortos, ya que este cultivo aprovecha mejor las temperaturas frescas, con un óptimo de 20°C a 22ºC para su desarrollo, y es muy sensible al estrés hídrico. “Con esta estrategia logra ubicarse al cultivo en ambientes favorables en sus períodos críticos de definición de rendimientos”, indicó.
El taller finalizó con una charla de mercado de Diego de La Puente, de Nóvitas, que analizó el contexto nacional e internacional para el girasol y a distintas estrategias de comercialización.
FOTO: Tomas Etchetto Servicio Tecnico Syngenta girasol