Aiello, del GEA, dice que «tiene una intensidad entre fuerte y moderada y seguirá hasta por lo menos abril del 2016»
Luego de las lluvias del viernes 2 de octubre, y ante las inminentes siembras de soja de la nueva campaña 2015/16, desde GEA – Guía Estratégica – queríamos analizar con el Dr. José Luis Aiello el escenario climático sobre el que se van a realizar las tareas de implantación y desarrollo de los cultivos de verano.
El comienzo de la primavera, el paso por octubre y los pronósticos para este verano, Niño fuerte o moderado, y los efectos del cambio climático sobre Argentina, son los temas que estuvimos tratando con él en esta nueva serie de preguntas que se irán repitiendo mensualmente para seguir la campaña de granos gruesos desde el GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Lluvias del 2 de octubre: la carga mayor de la tormenta quedó en la región este de la región núcleo, pero el volumen más importante estuvo en el sur de la provincia de Entre Ríos.
GEA: José Luis, el último viernes 2 de octubre, hubo ráfagas que superaron los 80 km/h, amenazas de granizo, y lluvias muy intensas de a ratos, que volvían a traer a la memoria las lluvias convectivas y el cambio climático (CC). Hace unas semanas estábamos analizando el aumento de precipitaciones de los últimos años (13/14 y 14/15). ¿Esto está asociado con el aumento de lluvias convectivas, que tienden a ser favorecidas por el cambio climático?
José Luis Aiello: Primero debo expresarte que la red de mediciones que GEA ha instalado permite medir variables que tienen efectos en los cultivos implantados. Vi los mapas de lluvias acumuladas a los que haces referencia, y la importante oferta de agua, tuvo parte de su origen, en lluvias convectivas que efectivamente se han incrementado en las dos últimas décadas por efecto del cambio climático. Las lluvias convectivas intensas producen en subregiones pequeñas, grandes montos de lluvias en un corto período de tiempo.
GEA: ¿El CC (cambio climático) puede alterar los valores de las precipitaciones anuales en Argentina? ¿Esto puede beneficiar al norte y oeste del país?
José Luis Aiello: Si, si tomas los promedios de los últimos 30 años encontrás diferencias hacia mayores valores respecto del anterior período de 30 años, o sea, las lluvias se han incrementado en Argentina. Pero no en forma uniforme, de hecho en la zona GEA no se encuentran las mayores variaciones, sino en todo el sudoeste de la región pampeana (La Pampa, sur de Córdoba y noroeste de la Provincia de Buenos Aires) donde el cambió fue evidente, e hizo que se extendiera el límite del valor de los 500 mm hacia el oeste. En el norte también hubo aumentos pero de menor magnitud. Es un tema muy interesante y lo recomendable es estudiarlo para cada región tomando las series de lluvias mensuales
GEA: Del Niño que viene, ¿ves indicadores que muestren que puede volverse más intenso o seguís pensando que se tratará de un Niño moderado?
José Luis Aiello: Hoy el Niño está decididamente instalado, tiene una intensidad entre fuerte y moderada y seguirá hasta por lo menos abril del 2016, es claro que la campaña gruesa 15/16 se desarrollará con un Niño de las características anteriores
GEA: ¿El CC cambia el efecto del Niño?
José Luis Aiello: El CC modificará la frecuencia de aparición de El Niño, o sea, habrá más casos de años con calentamiento en las aguas superficiales del Pacífico, pero el efecto de cada Niño depende de su acople con factores regionales (bloqueos, intensidad de flujos de humedad, frecuencia de entradas de frentes meteorológicos y otros). El hecho de un aumento de apariciones de El Niño es beneficioso para la agricultura nacional. El evento no deseado es La Niña.
GEA: Si el año pasado, siendo un año neutro, tuvimos tantas lluvias, ahora con un Niño moderado a fuerte, ¿es correcto pensar que podemos estar ante una de las campañas más lluviosas para la región?
José Luis Aiello: La pregunta es buena, y da lugar a que te cuente que EL NIÑO no es el único mecanismo que explica las lluvias, hay otros índices y efectos regionales que dependen del Atlántico y de otros mecanismos dinámicos de la atmósfera. Estos pueden INCREMENTAR o AMORTIGUAR el efecto Niño y son fenómenos no pronosticables a meses de plazo, lo que debe leerse es: con un 80 % de probabilidad, en años Niños, hay lluvias por encima de lo normal en una región que va desde el sur de Brasil hasta el centro de la provincia de Buenos Aires, y a pesar de que dentro de la misma se observan pulsos de sequía, lo que sucede, es que en el total del área hay predominancia de valores mayores que lo normal. En esto hay que ser muy cuidadoso y lamentablemente con el Niño se hizo un efecto mediático que confunde a los agentes del sector agropecuario.
GEA: ¿Cómo ves el mes de octubre? ¿El efecto regadera de El Niño empieza ahora?
José Luis Aiello: Buena expresión «la regadera de El Niño». Los efectos de El Niño se empiezan a hacer evidentes hacia fines de octubre y continúan hasta marzo del año que viene, la explicación es astronómica dado que, cuando se instala el período cálido en el hemisferio sur, la gran nubosidad ecuatorial se desplaza hacia nuestro hemisferio y se hacen activos los flujos de humedad que se ven reforzados por el efecto Niño.
GEA: ¿Qué perspectiva hay para este comienzo de primavera y el verano que viene en Argentina?
José Luis Aiello: Excepto en el NOA y sur de la Provincia de Buenos Aires, el efecto Niño generará mecanismos que van a favor de la provisión de lluvias, su mayor impacto se dará en una zona que va desde el sur de Brasil y todo el litoral, una de las consecuencias se traducirá en buenos rendimientos de soja y de maíz, y debo insistir: cuidado con los bloqueos secos debidos a la inestabilidad que tiene al presente la atmósfera. Ustedes en GEA usan mucha tecnología pero también hacen un uso racional de todas las variables que miden, que se traduce en los seguimiento de los cultivos con la variable humedad edáfica, que tiene «memoria» comparada con las lluvias, siguen la variable climática en la corta y gran escala y esta estrategia permite entender hacia donde van las cosas, porque como siempre digo lo único constante del clima es su variabilidad. (Fuente: GEA)