A través del Grupo de Mejoramiento Genético de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Paraná, un equipo de investigadores desarrolló dos nuevos cultivares de soja convencionales -es decir que no fueron modificadas genéticamente- que se destacan por su alto contenido de proteína y materia grasa.
Se trata de las variedades INTA Paraná 5100 e INTA Paraná 6301 que, de acuerdo a este Instituto, “responden a la creciente demanda de semillas con alto valor nutricional, ideales para la producción de alimentos destinados al consumo humano y animal”.
En lo que hace a sus características particulares, INTA Paraná 5100 “ofrece un 42,9 % de proteína y un 21,4% de materia grasa en base seca, además de resistencia a enfermedades clave, como el cancro del tallo (Diaporthe aspalathi) y la podredumbre húmeda del tallo (Phytophthora sojae, razas 1, 3, 4 y 25)”, según Ignacio Vicentín, investigador del grupo de mejoramiento genético del INTA.
Aquella variedad, cuyos cruzamientos iniciaron en el año 2006, también mostró resistencia a la mancha ojo de rana (Cercospora sojina, raza 11), y alcanzó un promedio de rendimiento de 3951 kilogramos por hectárea, considerando los ciclos agrícolas 2019/20, 2020/21 y 2021/22.
La variedad INTA Paraná 6301, por su parte, inició sus cruzamientos en 2011 y mostró tener un 38,2% de proteína y un 23,2% de materia grasa en base seca. También acusó una resistencia moderada a enfermedades como el cancro del tallo y su capacidad de producir harinas más claras (posee hilo amarillo).
En cuanto a sus rendimientos, registró promedios superiores a los 4106 kilogramos por hectárea, considerando los ciclos 2020/21, 2021/22 y 2022/23.
“Estos cultivares se destacan por su condición de no ser transgénicos, respondiendo a un mercado que demanda este tipo de sojas para alimentación humana y animal. Se puede obtener un sobreprecio de unos 20 dólares por tonelada en el mercado debido al interés en ellos”, afirmó Vicentín.
Actualmente estas variedades se están multiplicando a pequeña escala en la experimental, y la semilla se entregó bajo convenio cerrado a 10 empresas procesadora que apoyaron al programa en años previos.
Respecto a los ciclos de madurez, el investigador señaló que INTA Paraná 5100 pertenece al grupo de madurez 5, por lo que se adapta a la zona sur de Entre Ríos, el norte de Buenos Aires, y el centro y sur de Santa Fe y Córdoba.
En cambio, INTA Paraná 6301, del grupo de madurez 6 corto a medio, está mejor adaptado a la zona centro y norte de Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba. (fuente Infocampo)