En la localidad de Tres Arroyos, al sur de la provincia de Buenos Aires, en el paraje El Carretero, KWS, compañía de mejoramiento genético y agronomía de maíz, presentó a campo su primer híbrido de ciclo corto, desarrollado íntegramente en Argentina: KWS 11-762 VIP3.
Este nuevo híbrido es el cuarto presentado bajo el concepto de la “re-evolución genética”, que implica la obtención de genética y agronomía para manejos y ambientes específicos. Justamente, bajo este marco de desarrollo, ya se presentaron en 2023/24 los “líderes” para el ambiente de potencial, KWS 14-408 VIP3, y para el ambiente sanitario, KWS 16-607 VIP3 y KWS 16-959 VIP3.
En El Carretero, unos 100 productores recorrieron cuatro módulos centrados en genética y manejo; investigación y desarrollo; ecofisiología de maíz y portfolio de híbridos para esta zona.
La atención la captó el muy reconocido asesor agrícola del sur bonaerense, Gustavo Thiessen, invitado de KWS por trabajar arduamente en el manejo de del cultivo de maíz, buscando estrategias para la producción de dicho cultivo. Entre ellas, la disminución de la densidad del maíz para la región, la que ha permitido que el cereal se inserte en las rotaciones agrícola con estabilidad de rendimiento. Thiessen y Santiago Vacca, gerente de Servicios Agronómicos de KWS, llevaron adelante el módulo “Genética y agronomía: estrategias de manejo pensando en rendimiento objetivo”.
En esta parada de la jornada se planteó que la planificación técnica de un lote inicia desde un rendimiento objetivo, dado por la zona agrícola del país, por el ambiente, tipo de suelo, condición hídrica del lote y la tecnología a aplicar.
“En esta región sudeste/sudoeste, el maíz está desplazando cada vez más a la soja o el girasol. Al definir el rendimiento objetivo, la genética es la siguiente decisión clave, a la cual le sumaremos manejo. Los híbridos para estas zonas más restrictivas están desarrollados para que, por medio de diferentes estrategias, logren alcanzar los rendimientos objetivos: flexibilidad de espigas, peso de 1.000 granos, prolificidad o la capacidad de macollar. Es entonces así que, conociendo la genética, en función del rendimiento objetivo, definiremos el manejo, principalmente la densidad”, advirtió Thiessen.
Pensando en la incorporación de un híbrido corto a la rotación, haciendo foco en estos ambientes restrictivos de la zona, Vacca destacó la capacidad del nuevo híbrido de ser prolífico, aspecto que no es un atributo común en dicho segmento y que le suma gran capacidad de compensación, principalmente en fechas de siembras tardías o de segunda, donde normalmente las densidades planteadas son bajas y se especula a que si el año mejora, el híbrido pueda capitalizar el ambiente con rinde. . La prolificidad es, justamente, una de las claves a la que hacía referencia Thiessen como estrategia reproductiva y que KWS persigue como uno de los atributos deseables en los lanzamientos de la zona.
Paso a paso
Yendo a la gestación y nacimiento del híbrido KWS 11-762 VIP3, el módulo “Brechas de rendimiento pensadas desde la genética”, a cargo del breeder Julio Cerono y el coordinador de Avance de Producto, Aldo González, ellos destacaron que, a partir de la cercanía con los productores y su demanda, se incorporó genética de ciclo corto dentro de los programas de mejoramiento. “Todo el trabajo comenzó hace varios años a partir del intercambio de germoplasma de maíz con diferentes centros de mejoramiento de KWS en el mundo que trabajan con genética de ciclo corto. A partir de allí, inició la carrera de desarrollo en Argentina para ir adaptando esa genética a nuestras condiciones productivas”, relató Cerono.Al respecto, Gonzalez comentó que, en la medida que se seleccionan los híbridos, buscando la mejor adaptación a cada zona, con pruebas de ambiente y manejo agronómico, se ajusta la brecha de rendimiento desde el avance del producto. El módulo “Cuidando el rendimiento con una mirada ecofisiológica” estuvo a cargo del gerente de Desarrollo de Producto, Javier Di Matteo, y la especialista en Posicionamiento de Producto Regional Sur, Karen Hansen. “Otro de los aspectos destacados que conseguimos con KWS 11-762 VIP3 son los excelentes parámetros agronómicos de picado, por ello es un híbrido con Aptitud Silera, con lo cual se puede sembrar con doble propósito en las zonas mixtas del país”, ponderó Di Matteo. Dentro de esto módulo, la nutrición vegetal fue un tema excluyente, explicando cómo la fertilización afecta el rendimiento, la estabilidad de caña y la sanidad. “Se trata de un híbrido que responde a la baja densidad y también a la alta disponibilidad de recursos, con espiga ‘flex’ o macollando”, detalló Hansen. Finalmente, como parte del recorrido, en el módulo “Vos Elegís”, a cargo de diferentes responsables técnicos comerciales, se presentó el portfolio con diferentes híbridos adaptados a esta región, como los graníferos KM 3916 VIP3, KM 4216 VIP3, KWS 14-408 VIP3, KWS 13-160 VIP3, KWS 19-120 VIP3 y los sileros KWS 60-950 VIP3 y KWS 60-050 VIP3 FULL. Con esta parada, KWS mostró que tiene un equipo de híbridos regionales para atender cada necesidad del productor.
Carbono neutral Por primera vez, KWS organizó una jornada de lanzamiento que será carbono neutral, a través del sello “Carbon Neutral+”. Esto implica que se implementarán medidas para reducir y compensar la cantidad de gases con efecto invernadero que se emiten, de modo tal que las emisiones totales se igualen a cero. De esta forma, la solución carbono neutral involucra tres pasos: la medición (que se evaluó durante la presentación del híbrido KWS 11-762 VIP3), la reducción y la compensación, por medio de “bonos de carbono”.A partir de esta medición, a posteriori, KWS realizará una compensación ambiental, llevando adelante una medida concreta contra el cambio climático. |