Los establecimientos de engorde a corral (feedelot), la mayoría asociados a la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), ingresó en una etapa de preocupación e incertidumbre a consecuencia de la situación generada por la emergencia sanitaria que vive la Argentina, sumado a la escasa oferta de hacienda para engordar, producto de “la pobre evolución de la zafra durante febrero y marzo, por el Covid 19 que es inédita y plantea dudas hacia el futuro inmediato”, alertó la entidad.
Pese a las dificultades generadas por los retrasos en los traslados de hacienda e insumos a consecuencia de la multiplicidad de certificados de excepción a la cuarentena y a las distintas interpretaciones de las autoridades, sumado a las restricciones de personal que afectan a muchos feedlots: el engorde a corral se consolidó como el principal abastecedor de la demanda del mercado interno, generando su sostenimiento.
El 75% de la faena nacional, proviene de los corrales de engorde y del resto del sector en todo el territorio nacional. Esta actividad, permitió mantener estables los niveles de producción de carne a la par del crecimiento agrícola, además de generar agregado de valor a la producción granaria nacional.
“El feedlot, hoy representa el principal consumidor de maíz del país. Así quedó demostrado con con el aumento de la faena total que en marzo se ubicó en 1,093 millones de cabezas, de modo que se superando en un 7,2% el nivel de marzo de 2019, con una producción de carne vacuna que alcanzó las 243 mil toneladas, un 5,4% superior al nivel de igual mes del año pasado, según datos de Ciccra).
En relación al aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno Nacional, cabe destacar que los feedloteros también tenemos las mismas preocupaciones y temores que el resto de la sociedad, pero rápidamente entendimos que somos un eslabón esencial para el abastecimiento del mercado interno.
“Por ello tomamos todas las medidas necesarias para lograr este objetivo, siempre buscando proteger y cuidar a nuestro personal y los transportistas que, trasladan hacienda y materia prima prima para la alimentación, ingresan a diario a los establecimientos de engorde. Trabajando cumpliendo con los distintos protocolos establecidos por las autoridades competentes y a su vez, la CAF realizo un trabajo que contempla recomendaciones específicas para la actividad”, dijeron desde la entidad.
En otro orden de cosas los feedlots al 1 de abril de este año muestran una ocupación del 59% de sus corrales, un punto por encima de la ocupación de marzo: “hoy tenemos una menor ocupación de los corrales que en enero, por la prudencia de empresas a la hora de concretar las compras”.
“Esta tendencia se profundizará en los próximos meses por múltiples factores como las dificultades en la logística, o sostener la actividad de las empresas por la falta de personal, además de la incertidumbre generada sobre cantidad y que plantas frigoríficas estarán activas en los próximos 60 a 120 días, junto con un achicamiento generalizado de la economía, el escaso crédito y las altas tasas de interés”, alertó la CAF.
Esta situación sumerge al sector en una gran incertidumbre que obliga a las empresas a ralentizar la actividad, lo que traerá aparejado una menor demanda para la hacienda destinada al engorde y seguramente caídas en los precios. Del lado de la hacienda destinada a la faena vemos estabilidad mientras se mantenga una demanda alta motivado por la cuarentena que obliga a las familias a permanecer en sus hogares, para luego nuevamente caer en un escenario “incierto”.
En relación a las exportaciones vemos que China ayudará a que el criador tenga un precio razonable por la vaca de descarte, pero en los mercados de alta calidad para el novillo, pero los tiempos de recuperación se plantean como un gran signo de interrogación (fuente Noticias AgroPecuarias)