En la campaña argentina de girasol 2023-24 se sembraron 1.850.000 de hectáreas, lo que represento una disminución del 16% con respecto a la campaña anterior.
Durante el ciclo, casi todas las variables medidas por el Departamento de Investigación y Prospectiva de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires experimentaron un descenso, excepto el porcentaje de variedades de girasol tolerantes a herbicidas.
De acuerdo al último informe del Relevamiento de Tecnología aplicada de la BCBA se destacó que, en cuanto a las técnicas de siembra, la utilización de siembra directa descendió 4%, mientras que la densidad de siembra disminuyó 2%.
Las dosis de fertilización aplicadas para nitrógeno, fósforo y azufre fueron de 19, 11 y 1 kilogramos por hectárea en promedio respectivamente, en comparación con 20, 9 y 1 kilogramos por hectárea en la campaña anterior.
El porcentaje de superficie en la que se realizó un análisis de suelo previo a la siembra aumentó 3 puntos porcentuales, pasando del 27% al 30%.
Estas variaciones en conjunto influyeron en la adopción de niveles tecnológicos en el cultivo de girasol, con 29% de adopción de tecnología alta, 64% de adopción de tecnología media y un 7% de adopción de tecnología baja. Como resultado final, la producción total del país medido en millones de toneladas experimentó un descenso de 22%.
Siembra
La siembra directa genera condiciones favorables para la acumulación y mantenimiento de la humedad y actúa como un amortiguador de la temperatura del suelo.
La temperatura es el factor más crítico para la germinación de las semillas en suelos no compactados y con adecuada provisión hídrica.
En estas condiciones, se puede predecir la fecha de emergencia de las plántulas conociendo la profundidad de siembra. Una vez producida la germinación, la fase de emergencia a iniciación floral se acorta proporcionalmente con el aumento de la temperatura, radiación y fotoperiodo.
En la campaña 2023/24, la adopción de siembra directa en girasol fue del 71%, 4 puntos porcentuales menos que la campaña anterior. A nivel regional, el sur de Córdoba presentó el valor más alto, mientras que la región del NEA Este tuvo el más bajo.
El cultivo de girasol tiene una gran capacidad para modificar el comportamiento individual de las plantas en respuesta a cambios en la densidad.
Las malezas afectan al cultivo de girasol de forma directa e indirecta, porque liberan sustancias que reducen el crecimiento del girasol y compiten por los recursos disponibles durante su ciclo de crecimiento.
Indirectamente, dificultan la preparación de la cama de siembra, contaminan el producto cosechado y disminuyen su calidad comercial, complican las labores de cosecha y aumentan el riesgo de plagas y enfermedades.
La tolerancia a herbicidas permite a los cultivos soportar la aplicación de uno o más herbicidas sin sufrir daños fisiológicos ni disminución de rendimiento.
Variedades tolerantes
En la campaña 2023/24, el uso de semilla de girasol con tecnología de tolerancia a herbicidas fue del 82%. Este valor muestra un aumento respecto a la campaña anterior, alcanzando un nuevo máximo.
En la campaña 2023/24, las tres regiones con mayor proporción de uso de variedades de girasol tolerantes a herbicidas fueron el centro-norte de Santa Fe, el sur de La Pampa-sudoeste de Buenos Aires y el sur de Córdoba. Por otro lado, la región del NEA Este fue la que menor adopción de esta tecnología utilizo en proporción, en comparación con otras zonas del país.
Al comparar con la campaña 2022/23, se observa que ninguna de estas tres regiones líderes en la campaña 2023/24 mantuvo su posición respecto a la adopción de variedades tolerantes a herbicidas en el año anterior.
Asimismo, el NEA continuó siendo la región con el menor porcentaje de utilización de estas variedades, reflejando una tendencia estable en su bajo nivel de adopción tecnológica.
Alto oleico
Una mayor intercepción de radiación por planta durante el llenado de grano tiene un efecto positivo sobre su peso.
Este efecto se debe a una mayor duración de ese periodo y/o a una mayor tasa de acumulación de peso en el grano.
Por otro lado, el contenido y la concentración de aceite en el grano varían según el cultivar y las condiciones ambientales como temperatura, agua y nitrógeno, además de la radiación.
El contenido de aceite se asocia negativamente con la temperatura, probablemente debido a una reducción del peso del grano originada por una menor duración del periodo de llenado.
En contraste, el contenido de aceite se asocia positivamente con la radiación interceptada en post-antesis, resultado de una mayor duración del periodo de acumulación de aceite.
El uso de híbridos alto oleico de girasol alcanzó un 19% en la campaña 2023/24, un punto por encima de la campaña anterior.
Sin embargo, los híbridos de tipo convencional continúan liderando, siempre con valores superiores al 70%.
En la campaña 2023/24, las tres regiones con mayor proporción de híbridos alto oleico de girasol fueron el sudeste de Buenos Aires, la Cuenca del Salado y el centro-norte de Córdoba.
En contraste, en la región del NEA y en el centro de Buenos Aires, más del 90% de la elección se destinó a híbridos convencionales.
Finalmente, la zona de la Cuenca del Salado fue la que utilizó la mayor proporción de girasol Confitero. (fuente NoticiasAgroPecuarias)