La campaña 2020/21 de trigo y cebada alcanzará un récord productivo en torno a las 25 millones de toneladas, con ingresos previstos por exportaciones de u$s 3.635 millones, estimó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
De esta manera, desde la entidad bursátil afirmaron que el trigo tendrá una expansión productiva del 12 por ciento respecto al ciclo anterior con un volumen récord de 21 millones de toneladas debido «fundamentalmente a un aumento en los rendimientos por hectárea».
La tendencia positiva no se replica con la cebada, ya que desde la BCBA prevén una merma en el volumen de cosecha del 7 por ciento hasta las 3,75 millones de toneladas de la mano de una baja en la siembra.
El producto bruto de ambos productos se elevará 13 por ciento hasta los u$s 4.200 millones, mientras que las exportaciones tendrán un crecimiento del 9 por ciento para ubicarse en u$s 3.635 millones.
En base a esto, la recaudación del Estado por este concepto subirá alrededor de 25 por ciento hasta u$s1.200 millones.
Asimismo, estimaron que la siembra de cereales de invierno será 2 por ciento superior a la de la campaña anterior, con un crecimiento del trigo del 3 por ciento hasta las 6,8 millones de hectáreas, «la mayor superficie de los últimos 20 años».
La experta en estimaciones agrícolas de la entidad, Daniela Venturino, recordó que el año anterior la siembra de trigo fue de 6,6 millones de hectáreas, al hablar en el acto de lanzamiento de la próxima campaña fina en la Bolsa de Cereales porteña.
«En el informe pre campaña elaborado por la Bolsa de Cereales se estimaban 6,7 millones de hectáreas, y el aumento de 100.000 hectáreas se vincula con las buenas perspectivas climáticas y los escenarios económicos favorables», explicó Venturino.
La especialista destacó que el área destinada al cultivo de trigo creció 61 por ciento entre las campañas 2015-16 y 2019-20, mientras bajó la superficie correspondiente a cebada.
«Las previsiones de humedad suficiente y abastecimiento hídrico, por las lluvias de los últimos días, apuntalaron la intención de siembra de trigo», remarcó Venturino.
Sumando al cereal una previsión de siembra de 950.000 hectáreas de cebada (5,5 por ciento inferior al ciclo previo), el área total para los cultivos de invierno llegaría a 7,75 millones, lo que representa una suba interanual estimada de 1,97 por ciento.
El analista de la Bolsa de Cereales Juan Pablo Gianatiempo respaldó esos pronósticos, tras señalar que el precio futuro del trigo para el productor hacia enero de 2021, «se encuentra en promedio en niveles similares a los de la campaña pasada, y si se toman las dos últimas semanas de abril, se ubica por encima de enero de 2020».
Además, «la relación de insumo producto para el grano mejora 13 por ciento, frente al ciclo anterior, y es más favorable que en las últimas cuatro campañas, por la caída de precio tanto de herbicidas y fertilizantes, como de los combustibles», destacó Gianatiempo.
Fundamentó luego las buenas perspectivas para el grano porque se trata de un «producto esencial para el consumo, con menor elasticidad ingreso», y por la «recomposición de las dietas ante la caída de los ingresos en los países en desarrollo», que se vuelcan al consumo de cereales.
El trigo, además, demuestra una «relativa independencia respecto de los mercados energéticos», a diferencia de maíz y la soja, mientras las medidas restrictivas para el comercio internacional pueden provocar «picos de precios», como en 2008-09 y 2011-12.
Gianatiempo hizo notar asimismo que los stocks mundiales de trigo «están en niveles récord, pero concentrados en China, que tiene baja participación en el comercio internacional del grano».
Fuera de ese país, advirtió el analista, la relación stock consumo «es una de las más bajas de las últimas campañas, sumamente ajustada y con menor capacidad de reacción» ante eventuales problemas en la oferta por cuestiones climáticas en algunas regiones del Mar Negro y partes de Europa.