La preocupación de los productores y asesores técnicos es cada vez más importante por la instancia decisiva que atraviesa la soja. Este momento crítico pasa, prácticamente, sin lluvias.
Haciendo un paralelismo con que sucedía esta misma semana de febrero, pero para el año 2021, la Bolsa de Comercio de Rosario indicaba, entonces, que para la oleaginosa se estimaba un rendimiento de 38,5 quintales por hectárea.
Sin embargo, el mes terminó siendo seco y ese rinde cayó 7,4 quintales quedando, el promedio, en 31,1 quintales al momento de la cosecha.
Para esta campaña, el piso de rinde empezaba justamente en 31,1 quintales pero, ahora, se está ajustando a la baja en función de los escenarios productivos y climáticos.
Entre los climáticos, dice el informe de esta semana, las últimas lluvias caidas fueron de entre 5 a 15 milímetros para el este de la región y de 15 a 30 para el oeste. Desparejas y menos importantes de lo que se preveían, agregan.
Por su parte, tampoco lo que viene es muy alentador ya que se esperan lluvias y tormentas puntuales sobre parte del área: también las lluvias serán dispersas y de bajo volumen.
“Los pronósticos no son favorables en cuanto a provisión generalizada de agua hasta el comienzo de la última semana del mes”, indica José Luis Aiello, del área de agrometeorología de la Bolsa.
De esta forma y lamentablemente, la soja de la región núcleo tiene muchas chances de terminar con rindes por debajo de la 2017/18, cuando promedió solo 29 quintales por hectárea.
Mal presagio
De acuedo a la Bolsa rosarina, hay cuatro indicadores que componen este escenario.
- Lo que llovió en la semana pasada no cambió que el 60% de la región núcleo siga en escasez y sequía.
- El 85% está llenando granos (entre R5 y R6) y el resto está formando chauchas (entre R3 y R4).
- El 45% de la soja de primera está en condiciones regular a mala (mala 7%, regular 38%, buena 45% y muy buena 15%).
- No hay lluvias importantes a la vista para esta semana.