El precio promedio del kilo de carne se ubicó en 76,53 pesos, según un relevamiento oficial en la Capital Federal y el GBA.
Un trabajo del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) confirmó lo que muchos analistas habían anticipado: este año se nota un faltante de ganado y por eso en julio comenzó a subir fuerte el precio de la carne en el mostrador. Los diferentes cortes bovinos registraron en promedio un aumento del 4,4% respecto de junio pasado.
Con esta aceleración, el aumento promedio de los cortes vacunos llegó a 23,6% en la comparación interanual, contra julio de 2014. El achicamiento de la oferta de hacienda tiene una explicación. A la crisis estructural de la ganadería (que estalló en 2009 y redujo casi 20% el stock bovino) se suma ahora el dato de que este año nacieron menos terneros como consecuencia de las graves inundaciones del año anterior. Según datos oficiales y privados, faltarían cerca de 450 mil animales este año. Eso recalentó primero el mercado de invernada. Ahora las subas están llegando a los consumidores.
$76,53 KG EN EL PROMEDIO DE JULIO
En el promedio de los cortes, según el relevamiento del IPCVA en 200 puntos de venta de la Capital Federal y Gran Buenos Aires, la carne vacuna le cuesta a la gente 76,53 pesos por kilo en el promedio de julio, con picos de 117,20 pesos para el lomo y pisos de 42,27 pesos para el osobuco. El mes pasado, llamativamente, el alimento se encareció más en el conurbano que en las zonas acomodadas. Esto tiene mucho que ver con que la carne de novillos y novillitos (animales más pesados) subió en promedio 5,7 y 7%, respectivamente, desde junio, mientras que la de vaquillonas y terneras (categorías livianas que se consumen en los barrios más adinerados), subieron solo 2,7%.
Como sea, la fuerte suba de la carne vacuna del mes pasado descolocó mucho más a este producto respecto de la principal carne sustituta, la de pollo, que subió solo 1,2% en el último mes y acumula una pobre alza del 4,3% desde julio de 2014. La situación fagocita el consumo interno de esa carne blanca, que ya superaría los 45 kilos anuales por habitante, contra unos 58 kilos per cápita de carne vacuna. En el caso de la carne porcina, el corte testigo (el pechito de cerdo) bajó 1,6% respecto de junio, pero acumula un alza de casi 29% en los últimos doce meses.
Pocas armas le quedan al Gobierno para contener la actual suba de los precios de la carne. Ya no sirve cerrar las exportaciones como en tiempos de Guillermo Moreno, pues ahora apenas se venden fuera del país solo 7% de los cortes producidos, el valor histórico más bajo, ya que el promedio era del 20%. De todos modos, el ministro Axel Kicillof se resiste a cumplir con un reclamo homogéneo de todo el sector, que es la eliminación de las retenciones del 15%, vigentes desde el año 2005.
Días atrás, en una foto inédita, 22 entidades de la cadena de ganados y carnes firmaron un acuerdo en el que se sostenía que la mejor manera de resolver este entuerto -contra lo que ha venido haciendo el kirchnerismo-, es justamente incentivar las exportaciones para que actúen como polea de crecimiento de la producción y se normalice la oferta de ganado.