El impacto de las condiciones climáticas adversas se extiende como un reguero de pólvora en los cultivos de fina.
En el caso de la cebada, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) recortó una vez la proyección de cosecha en 200.000 toneladas y pronosticaron un volumen de producción de 4 millones de toneladas.
La entidad advirtió que en el sur de Buenos Aires y La Pampa, las heladas tardías generaron más pérdidas, con interrupciones en el llenado de granos y puntas de espigas quemadas.
Las regiones más afectadas por la falta de humedad y las heladas tardías se concentran sobre ambos núcleos, el norte pampeano, oeste y sudeste de Buenos Aires. En estas regiones, se reportó una importante heterogeneidad en la condición de cultivo y pérdidas de área cosechable.
De esta manera, los rendimientos esperados se mantienen entre un 50 % y 35 % por debajo al promedio de las últimas cinco campañas. En el centro de Buenos Aires, el panorama es más favorable y se reportaron buenas condiciones para el llenado de grano favorecido, por las lluvias de la primera semana de noviembre.
Los rindes no paran de caer
Más allá de este soplo de aire en el centro bonaerense, la bolsa porteña estimó que los rindes caerán en 15 qq/ha, en relación al ciclo previo.
La falta de humedad y las severas heladas de octubre afectaron el crecimiento del cereal y la formación de las variables que definen el rinde.
“Las expectativas de cosecha de ambas zonas se mantienen un 40 % por debajo al rinde medio de las ultimas cinco campañas, mientras que las pérdidas de área serían las más altas desde la 2015/16”, remarcaron.
En las próximas dos semanas, se espera que las labores de cosecha comiencen en los próximos sobre el centro-norte de Córdoba y Santa Fe. (fuente Infocampo)