El presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales –CAIR-, Javier Christensen, aseguró que la situación económica actual, la «incertidumbre política» y la devaluación que tuvo lugar luego de las PASO, provocaron la abrupta caída de la compraventa de campos en la Argentina. Solamente en el mes de agosto se registró una caída de más del 30% respecto a julio.
«A la devaluación y al control de cambios, agregaría también la incertidumbre política que genera una caída de la actividad inmobiliaria rural: la actividad en agosto arroja una caída del 34% respecto a julio, esta tendencia es sumamente significativa», explicó Christensen en diálogo con Infobae.
Con respecto a la actividad del año pasado, el directivo de CAIR expresó: «En abril de 2018 estábamos en un 46% y en agosto pasado llegamos a los 26 puntos, con lo cual la caída interanual es muy significativa«.
Además, el especialista agregó: «Hay mucho temor y hoy las medidas se ven día a día. Existen propuestas políticas pero desde la oposición las mismas son disímiles. Hay gente que dice blanco y otra que dice negro. Se habla desde la confiscación hasta de una Junta Nacional de Granos. Las cosas no quedan claras y allí hay mucho temor con este tipo de cuestiones: allí el que calla otorga».
«Yo creo que el mercado (agropecuario) reaccionó frente a la posibilidad de que haya un cambio de gobierno, y si realmente cambia, lo que sucedió es una muestra: no van a ser meses fáciles para el futuro próximo. Argentina está complicada, hoy depende de la inversión y de la ayuda de los privados. Y los temores que hay en el sector rural, específicamente sobre los recuerdos del pasado, donde se sufrió mucho por los controles que se aplicaron tanto para la producción como para la compra: así no es sencillo despejar el futuro», manifestó.
El titular de la CAIR sostuvo que: «la compra venta de campos, a diferencia de la venta de un inmueble urbano, lleva mucho más tiempo: los negocios en el segmento inmobiliario rural que se cerraron tras las PASO quizás se hicieron hace más de un año. Y allí quizás se fueron cerrando con un reajuste final».
Christensen indicó que el mercado vinculado a la compra venta de campos exhibió signos de recuperación hasta junio pero luego en julio «hubo una pequeña baja tras conocerse diferentes encuestas previas a las Elecciones Primarias, y luego de las PASO, a partir del lunes 12 de agosto hubo un descalabro absoluto que afectó a todos los mercados, e incluso al inmobiliario rural».
«Hoy hay temor a financiar a futuro. No se sabe con qué tipo de moneda van a pagarle al propietario de la tierra. No se sabe qué dólar va a haber. Actualmente los negocios se cierran más de contado. No se puede soñar a futuro».