El lunes 13 de febrero de 2017 no fue un día más para la familia Gallo y su cabaña “La Constancia”, ya que llegó a la misma un nuevo y relevante animal, el borrego Colbion Downs RP 3815 importado desde Nueva Zelanda.
De esta manera se convirtió en la segunda compra internacional que realiza la cabaña, recordando la de hace dos años atrás en Uruguay, siempre en post de crecimiento. “Fue un día histórico para la cabaña, esto era realmente un sueño si bien el anhelo más grande es traer algo de Europa” dijo Luis Gallo, uno de los pilares de “La Constancia”.
Quien además remarcó sobre aquel día que “no hubo muchas complicaciones, el animal llegó a Ezeiza y se cumplió todo a raja tabla como nos habían dicho”, agregando que “sólo hubo algunas demoras con los papeles de SENASA.
La oportunidad para la familia Gallo surgió en septiembre del año anterior, cuando se realizó un viaje a Nueva Zelandia, del cual los dueños de “La Constancia” no pudieron participar por cuestiones laborales, aunque en la comitiva viajaba gente de su confianza.
“Nos comentaron de unos animales que eran muy interesantes, gente conocida que viajó nos dijo que no desaprovechemos la oportunidad, y entonces nos comunicamos con el importador que nos dio todos los parámetros, para, después de varias discusiones, decidir adquirir este animal” explicó el cabañero.
En la misma línea, agregó que “es un borrego que había elegido un criador paraguayo que por ciertas razones no lo pudo comprar, y basándonos en la confianza de esa persona decidimos adquirirlo”.
En cuanto a las características del animal, hay que decir en primera instancia que es netamente carnicero. Un borrego que se presenta esbelto, alto, con buen lomo y muy buena culata. “Van pasando los días y cada vez nos gusta más, así que eso es bueno también, esperemos que se cierre el ciclo, que de buenos corderos para estar totalmente convencidos” sostuvo Luis Gallo.
A poco más de diez días de su llegada, el animal sigue con su período de adaptación, aunque sobrellevándolo de la mejor manera. “Necesita una adaptación, de donde viene hace mucho frío, el clima no es el mismo, pero tuvimos la suerte que llegó un día más bien fresco, porque si llegaba justo con un golpe de calor como los de este verano le podía afectar” celebró el cabañero, comentando además que “los primeros dos días el animal no quería tomar agua ni comer, era todo nuevo, viajó más de 15 horas y es entendible, sufre un stress importante”.
Con respecto a sus frutos, no tardarán en llegar. Ya fue sometido a los análisis rutinarios que tiene la cabaña y está todo listo para que los primeros días de marzo comience a trabajar.
Por último, refiriéndose al presente y futuro de “La Constancia” Luis Gallo asegura que “uno siempre piensa en seguir, nunca estamos en el techo, seguramente por un tiempo no traeremos otro animal de afuera pero la idea es seguir creciendo como cabaña y expandiendo los Hampshire Down que es la raza que uno ama”.