En septiembre se despacharon a faena 1,036 millones de cabezas, marcando bajas de 10% en relación a agosto y del 3% en la comparación interanual.
Sin embargo, si se ajustan por el número de días hábiles de cada mes, se verifican aumentos de 4% sobre agosto y de 7% en relación a un año atrás.
Es la primera vez que se nota una disminución interanual tras 18 meses en que el aumento fue la constante.
El porcentaje de hembras fue de 46%, un punto más que en agosto, pero manteniendo una tendencia que no marca mayores preocupaciones.
En contexto
En general, viendo los movimientos mensuales pero también los de 3 y de 12 meses móviles, tanto para el total como para machos y hembras por separado, se confirma un movimiento de atenuación.
Desde junio, parece haberse formado la misma curva que hubo a fines de 2013, cuando comenzaron a reducirse las subas interanuales para terminar con caídas a partir de un año después, que se sostuvieron por dos años y medio.
Ahora en septiembre, la faena trimestral de machos pasó a variaciones negativas, por primera vez desde hace casi dos años y la faena trimestral de hembras también apunta a lo mismo, aunque aún se mantiene en terreno de crecimiento interanual (+6%).
Si bien los datos de un mes son muy insuficientes para hacer un juicio concluyente, las tendencias que se arrastran, como venimos comentando en los últimos meses, permiten esperar que la faena comience a reducirse y se fortalezca la fase de retención.
No obstante, hay que señalar que las condiciones macroeconómicas no son favorables para ese movimiento. La alta inflación, la dificultad en traspasar los precios de la hacienda a los consumidores y las altas tasas de interés son elementos contrarios a un movimiento de retención.
Aunque no sería la primera vez que la inercia del ciclo se impone a una situación general que no permitía preverlo.