El déficit hídrico es grave. Incluso, hasta en el sur de Santa Fe, que venía con mejores recargas, los suelos tienen 20% menos de agua útil que un año atrás. Hace un año la siembra arrancaba con todo el potencial agroclimático, óptimas condiciones de humedad y gran actividad de sembradoras. Este año las sembradoras están a la espera. La falta de agua le pone un freno a la siembra fina y los pronósticos desalentadores ponen en jaque a la siembra y pueden continuar los recortes de área, advierte la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
En Bigand están paralizados y advierten que por la falta de agua esta campaña va a haber un 35% menos de trigo y “podría caer hasta el 40%”, señalaron. “La mayoría de los productores tienen semilla de ciclo intermedio-largo por lo que si las lluvias no ocurren pronto no sembrarán. Deberían incurrir en el gasto extra de semillas de ciclos cortos y el stock no está garantizado”, explicaron desde la Bolsa rosarina.
En el este cordobés el déficit hídrico es del 20 y el 30% respecto a 2021. Allí el recorte de superficie podría llegar al 60%. En tanto, el centro-sur de Santa Fe y el noreste bonaerense tienen la menor diferencia porcentual de agua útil respecto a un año atrás (-10%). Sin embargo en Carlos Pellegrini y en El Trébol también detuvieron la siembra a la espera de lluvias. La fecha de siembra de las variedades de ciclo largo caduca esta semana y analizan cambiar por ciclos más cortos. En El Trébol esperan precipitaciones en el corto plazo que les permita sembrar el 30% que les resta y de esta manera poder mantener la misma superficie triguera que la campaña anterior.
“Restan cerca de 600 mil ha de trigo y la ventana de siembra se achica cada vez más” , advirtieron los especialistas de la Bolsa.
Faltan 600 mil ha para completar la intención de 1,42 M ha en la región, pero la falta de agua pone en jaque a casi la mitad de la superficie. Se avanza donde todavía resta algo de humedad superficial. La siembra se adelantó 25% esta semana y totaliza un 55%. Sin embargo, la situación está dominada por la lentitud y la cautela.
En el centro-sur de Santa Fe la siembra está detenida en el 75% de los lotes a la espera de precipitaciones y el extremo sur lleva sembrado el 40% de la superficie. La preocupación por la falta de agua adelantó la siembra en el este de Córdoba, que lleva un progreso del 90%. Pero el déficit hídrico pone en riesgo los lotes que restan. En el noreste bonaerense hay posibilidades de seguir sembrando. Allí se implantó el 30%. Pero hacia el noroeste, el déficit comienza a arrinconar las posibilidades del cereal.
El clima no ayuda. El trigo sigue sin chances de recibir agua en los próximos días. El ingreso de otro frente de aire frío y seco aleja la posibilidad de lluvias sobre la región en los próximos días, advirtieron desde BCR. Los modelos probabilísticos muestran que se deberá esperar hasta la segunda quincena de junio para recibir algún alivio pluvial. Pero la tendencia continúa favoreciendo al extremo noreste del país. Como si fuese poco, se consolida la influencia de tres periodos seguidos de enfriamiento del Pacifico Ecuatorial Central en niveles Niña. La condición actual de los perfiles hace que probablemente la actual sea la campaña fina que se inicia con las peores condiciones de humedad edáfica.
Más al norte
En el centro y norte de Santa Fe la intención de implantación de trigo cayó unas 10.000 hectáreas respecto del inicio de la campaña, debido a la ausencia de lluvias y la consiguiente disminución de agua útil en la cama de siembra, con lo cual se prevé que el cultivo ocupará unas 360.000 hectáreas, precisó el informe semanal que confeccionan el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe. El relevamiento confirmó lo que se venía anticipando: la falta de lluvias influye negativamente en la superficie a cubrir con trigo.
“Los ambientes secos y la ausencia de lluvias continuaron generando interrogantes por la disponibilidad de agua útil en la cama de siembra, que lenta y progresivamente siguió disminuyendo, acrecentándose la incertidumbre y el análisis de las alternativas”, indica el informe.
Luego, menciona que al inicio de la campaña había una intención de siembra de 370.000 hectáreas, pero “transcurrido un mes de su inicio y ante la realidad climática, un segundo relevamiento mostró una estimación de siembra de 360.000 hectáreas”.
Más allá de las previsiones, hasta el momento se han implantado unas 126 mil hectáreas, lo que representa un grado de avance del 35%, con un adelanto intersemanal de 13 puntos y un retraso de 17 puntos porcentuales respecto del mismo período de la campaña anterior.
En cuanto a la cosecha de soja tardía o de segunda, el trabajo señala que los trabajos se hicieron más lentos debido a los porcentajes de humedad ambiente y la escasa cantidad de horas diarias de sol.
El grado de avance de la trilla llegó al 97% del área implantada, con un progreso intersemanal de 5 puntos y un adelanto de 1 punto porcentual en comparación con la campaña pasada.
Hasta ahora los mejores rendimientos se alcanzaron en los departamentos del sur (San Martín y San Jerónimo), con mínimos de entre 18 y 20 quintales por hectárea, máximos de entre 35 y 38 quintales y lotes puntuales de entre 40 y 45 quintales.
También se está desarrollando la trilla del maíz tardío, con un avance del 15%, un progreso intersemanal de 10 puntos y un retraso de 20 puntos porcentuales en comparación con la misma época de la campaña pasada.
Los rendimientos promedio logrados desde los inicios de la recolección hasta el presente estuvieron entre 60 y 85 quintales por cada hectárea.
Finalmente, la cosecha de sorgo granífero llegó esta semana al 90% del total implantado, con una variación intersemanal de 5 puntos y un retraso de 3, comparado con similar período de la campaña anterior. (fuente AgroClave, diario La Capital)