Las grandes multinacionales del agronegocio ramifican su portfolio de productos y se enfocan en las energías renovables.
En el transcurso de 2023, jugadores de peso como Bunge y Corteva anunciaron un acuerdo con Chevron para la producción de camelina y canola, dos cultivos utilizados en la elaboración de biocombustibles.
Y eso generó que la semana pasada se anunciara la compra, por parte de Bunge y Chevrón, de una empresa argentina especializada en camelina.
Otra alianza global
Ahora, otra gigante global de los agroalimentos, Louis Dreyfus Company (LDC), anunció su ingreso a este segmento del mercado, a partir de un acuerdo estratégico con Global Clean Energy Holdings, en donde apuntarán a promover la producción sustentable de camelina en Argentina, Paraguay y Uruguay.
Cabe recordar que, en general, en nuestro país la camelina se utiliza como cultivo de cobertura. Al sembrarse en invierno, suma una alternativa para la rotación y además, su alto contenido de aceite lo perfila como un candidato a jugar fuerte en el agronegocio de los próximos años.
Esta oleaginosa tiene un ciclo de producción corto -unos 120 días- que le permite incorporarse a las rotaciones de cultivos existentes, mientras ayuda a preservar la salud del suelo previo a la siembra de cultivos de verano como maíz o soja.
El acuerdo
Bajo este acuerdo, las dos empresas trabajarán exclusivamente en la originación y procesamiento de camelina en Argentina, Paraguay y Uruguay.
Sobre la base de su producción existente en Norteamérica y Europa, Global Clean Energy gestionará el desarrollo del cultivo. De este modo, apuntara a mejorar las variedades de camelina en la región, suministrar semilla y brindar apoyo agronómico a los agricultores que participan en el programa.
Por su parte, LDC gestionará la originación y los contratos con los agricultores, para asegurar que toda la producción cuente con la certificación de sustentabilidad correspondiente.
Además, se encargarán de la logística posterior a la cosecha y el procesamiento en harina y aceite. La harina de camelina se utilizará en la producción de alimento para animales, mientras que el aceite se procesará en combustibles renovables que, en última instancia, reducirán las emisiones de carbono en los sectores del transporte y la aviación a nivel regional y global.
Los representantes de ambas empresas ya realizaron seis charlas técnicas con más de 200 productores agrícolas en Argentina, compartiendo las características clave del cultivo y conocimientos sobre su manejo, así como una oferta comercial para la cosecha 2023.
En los últimoms 15 años, Global Clean Energy Holdings trabajó en el desarrollo de la camelina en Estados Unidos y Europa. En Argentina, llevaron a cabo una serie de ensayos con 20 variedades de la oleaginosa en los dos últimos años, que permitieron identificar los mejores cultivares para comercializar en la región. (fuente Infocampo)