Una vez culminada la cosecha gruesa, los cañones comienzan a apuntar a las malezas de difícil control que aparecen inmediatamente en el lote, antes de iniciar la siembra de cualquier cultivo de invierno o en barbechos largos hasta el verano.
Por ello, en esta campaña, afianzar el monitoreo desde el instante mismo en que se baja de la cosechadora es una clara estrategia a seguir.
El período de barbecho es el que transcurre entre la cosecha de un cultivo y la siembra del cultivo siguiente. Es una etapa importante ya que durante la misma se almacenan recursos necesarios para el desarrollo del cultivo posterior.
Por eso, cuando se piensa en un barbecho previo a un trigo o a un cultivo estival, en cualquiera de los dos casos es importante controlar la maleza antes de sembrar para que las expectativas de éxito sean mayores.
“Hay que pensar muy bien y tener en consideración el estado de la maleza en el momento de realizar los tratamientos químicos”, advierte el ingeniero agrónomo, Juan Carlos Papa, referente en malezas del INTA Oliveros.
“La maleza debe ser chica, debe estar en activo crecimiento en el momento de su control. Es allí donde cuenta con la máxima sensibilidad a los tratamientos herbicidas y se logran controlar mejor”, explica Papa.
Control de malezas
En numerosas oportunidades y por distintos motivos, los productores suelen dejarse estar con el inicio de los barbechos químicos. En estos casos, sucede es que las malezas van creciendo, continúan avanzando en su ciclo y se tornan cada vez menos sensibles a los herbicidas.
“En el caso de un barbecho largo, llega el momento de la siembra y nos encontramos con verdaderos bosques de malezas en estados tan avanzados que ya los herbicidas dejan de ser herramientas útiles y recomendables”, asegura el ingeniero agrónomo del INTA Oliveros.
Por lo tanto, si se decide hacer un barbecho, es importante tener en consideración el momento y el estado en que se encuentra la maleza a tratar, además de conocer la clase, para elegir el mejor herbicida, su diversificación y su correcta aplicación.
El profesional advierte en cada una de sus disertaciones que los herbicidas no son sustancias “mágicas”. Su buen desempeño “está fuertemente condicionado por numerosos factores, y el estado de la maleza es uno de los más trascendentes”, dice.
Por otra parte, aconsejó que la toma de decisiones respecto a su manejo debe tener una argumentación en base a los principios activos seleccionados.
Además, las recomendaciones técnicas emanadas de un profesional ingeniero agrónomo asesor, que participa in situ en el diagnóstico de los diferentes casos, es importante.
“Recordemos que los herbicidas solos no alcanzan, el cultivo tiene que poner su parte, la secuencia, en el caso de trigo la elección del cultivar, la fecha de siembra, el adecuado manejo ayuda a que compita con la maleza favorablemente”, enumeró Papa. (fuente Infocampo)