Ante la severa sequía que está afectando a los cultivos de todas las regiones agrícolas del país, los productos biológicos son una excelente herramienta para ayudar a la planta en situaciones de estrés. Amauta, compañía especializada en nutrición vegetal, promueve una agricultura más eficiente y sustentable con el objetivo de proteger la tierra y su rendimiento.
Desde Amauta, destacaron que “Crop Amino”, un producto de origen orgánico, pensado para cultivos de invierno, como trigo y cebada, actúa vigorizando y estimulando a las plantas. “Idealmente, hay que aplicarlo días antes de un pronóstico de lluvias para conseguir la mayor eficiencia del producto”, explicó Alejandro Sartori, responsable de I+D y Marketing de Amauta, a lo que agregó que, “está aplicación estratégica, ayudará a recuperar al cultivo de dicho estrés”.
Según Sartori, cualquier cultivo que recibió una nutrición balanceada, como parte de la estrategia de fertilización, está en mejores condiciones para enfrentar una situación extrema. “El agua es la principal limitante para la producción agrícola, aunque la diferencia está en que un cultivo muy estresado por la sequía, pero bien nutrido, luego de las lluvias tenderá a recuperarse más rápido y positivamente que aquel que no lo está”, advirtió. Ante esto, se refirió a la importancia de los nutrientes y el momento estratégico de aplicación. “Gracias a un bioestimulante a base de zinc y manganeso, aplicado en el momento indicado, podemos conseguir una respuesta de recuperación rápida del cultivo porque, justamente, son micronutrientes que ayudan a la fabricación de compuestos que vigorizan a la planta”, destacó.
Para Sartori, los bioestimulantes siempre serán un complemento de la fertilización y de acuerdo a su elección es que debe esperarse la respuesta fisiológica en la planta. De esta forma, indicó que hay biosoluciones que otorgan un plus de rendimiento durante el período crítico, momento en el cual el cultivo demanda más energía y nutrientes, por lo tanto, aumentan la eficiencia y usos de los recursos. También son excelentes alternativas para aplicar bajo un estrés térmico, hídrico o por radiación.
Pensando en los cultivos de verano, próximos a implantarse, Sartori también aporta recomendaciones. “Amauta mira la nutrición de manera integral. Por ello, entre nuestros productos también contamos con un micro granulado, que se aplica en la implantación de un cultivo, y aporta fósforo, zinc y azufre. Pero, además, es un complemento de ácidos húmicos y fúlvicos que protegen al fósforo de ser adsorbido por los coloides del suelo. Así, este nutriente clave, queda disponible más tiempo para la planta”, aseguró el técnico. Además, este mismo producto contiene un zinc quelatado que reduce los riesgos de que el nutriente no quede disponible para la planta.
El manejo de los fertilizantes
“Entre las prácticas agrícolas, uno de los mayores problemas radica en la falta de diagnóstico y planificación de la nutrición», contó Sartori y subrayó que, “considerando las 4R -fuente, dosis, momento y forma- mejoran la eficiencia de uso de los nutrientes, la actividad microbiana y retorno económico del cultivo”. “En el caso de los fertilizantes, un manejo correcto y responsable, aumentan los rendimientos de los cultivos y la sustentabilidad. Esto implica una gran cadena que comienza con la mayor producción de materia seca, un sistema radicular más desarrollado, que explora más suelo y también más fijación de carbono atmosférico. Así, habrá más carbono acumulado y disponible para la actividad microbiana”, describió. Siguiendo el proceso, el técnico citó que, de esta manera, se desencadenan múltiples procesos favorables para el agro sistema. “Con un buen diagnóstico y planificación no solo aumentaremos rendimientos, también pondremos los nutrientes necesarios para que su uso sea eficiente con el menor impacto ambiental y la mayor eficiencia en el uso de recursos”, concluyó.