La leche mantendrá el precio, con exportaciones más complejas

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Con un contexto político poco definido, la lechería intenta estabilizarse aunque las pruebas para poder lograr el objetivo son muchas.

 

Con un contexto político poco definido, la lechería intenta estabilizarse aunque las pruebas para poder lograr el objetivo son muchas.

Los rumores indican que las liquidaciones que lleguen a manos de los productores con el inicio de noviembre podrían igualar el ritmo de pago de lo que se dio en este mes. Así, en un promedio de 2,40 pesos por litro, la leche podría estancar su ciclo de retracciones en el valor iniciado en el mes de julio, con mayor relevancia, yendo mucho más allá del comportamiento de la cotización internacional de la leche en polvo que rasguña los 2.900 dólares por tonelada.

Desde la industria se explica que todo hace suponer que los precios de octubre “no tengan muchos cambios” pero claramente el sostenimiento de las cifras costará. Claro que con un balotaje al frente y cambios claros en la cotización del dólar, el panorama puede tener algunas alteraciones.

Nunca las devaluaciones o ajustes beneficiaron al sector, pero todos entienden que es tiempo de unificar el dólar, de dejar de tener valores para el campo, para los turistas, para los ahorristas, para los industriales e incluso para los especuladores.

Argentina siempre da estas cachetadas económicas en las que son casi imposibles las bajas y muchos ya se preparan.

Algunos ya estiman que si Cambiemos se queda con la mayoría de las voluntades ciudadanas el 22 de noviembre, se dejará de lado el subsidio forzoso que durante más de una década los productores transfirieron a los sectores consumidores del cereal, teniendo en cuenta la eliminación de ROE y retenciones del 20 por ciento en el maíz, insumo clave en la producción lechera.

Si se toma el precio promedio ponderado de la leche según datos del Gobierno de Santa Fe, para septiembre fue de 2,79 kilos, sin embargo con un maíz liberado el poder de compra de un litro de leche caería a 1,99 kilos. Polleros, productores de cerdos y feedlots también ajustan los números y piensan en relaciones financieras productivas más similares a unas tres campañas atrás, por la necesidad del grano en los balanceados.

No será sencillo enfrentar una modificación, pero el campo ya habló el domingo en las urnas, recordando todos y cada uno de los rechazos sufridos desde el Gobierno Nacional hacia el sector, con lo cual se estima que al menos la elección replique resultados en los segmentos más productivos y sobre todo en la región núcleo, con mayor concentración de producción y de población.

HACIA AFUERA
El mercado interno está colapsado, sobrestockeado y con algunas ínfimas ofertas al consumo que no logran descomprimir volúmenes y mucho menos compensar precios al productor.

En este contexto, tampoco se generan aportes desde el exterior.

Los industriales están mencionando serios problemas de pago, en cuanto a los compromisos asumidos con Venezuela.

Fue el martes cuando la demora en un pago no cubrió una cuenta de SanCor en particular durante algunas horas, generando la demora en el cumplimiento con un grupo específico de productores, que de inmediato recibieron una reprogramación del compromiso con la ecuación de intereses incluida. Esto demoró unas horas y se resolvió, aunque no se descarta que el comportamiento similar pueda volver a ocurrir por parte del Gobierno venezolano, que es un gran pagador, un buen demandante de lácteos, en especial de leche en polvo, pero la crisis que aqueja a esa nación es la que provoca estas inconstancias, estos inconvenientes de frecuencia, pero que no arriesga el cumplimiento con los asociados en cuanto a pagos generales. Cabe destacar que en el día de hoy se definirán los parámetros de la cooperativa para el pago por la materia prima de este mes, sabiéndose que se continuarán las pautas aplicadas hasta ahora con los socios y con los aportantes de un tercio de la leche que procesan, con números más ajustados al mercado.

Los reclamos para la mejora en los plazos de pago se están haciendo por los canales formales, sin embargo hay bajas expectativas en cuanto a revertir esto, teniendo en cuenta la informalidad sabida de los bolivarianos.

Mientras tanto, Brasil compra lácteos, menos que lo acostumbrado, con un valor promedio de unos 2.500 dólares, precio en el que se ofrecieron productos al gobierno argelino. Este otro importante mercado para la Argentina tiene la oportunidad de colocar mayor producción, por la exclusión de Nueva Zelandia, por el momento, sin embargo Uruguay hizo su jugada con ofertas de 2.400 dólares en cada medida volumétrica. A esto se añade que Argelia tiene muchas compras privadas en marcha, pero con una restricción denominada como falta de autorización de licitación de importaciones, está bloqueando la salida de pedidos completos desde nuestro país.

Complicado panorama y poca política puesta a favor de una mejora sectorial. A menos de dos meses de terminar este Gobierno, la actitud no se modifica ni por el orgullo de dejar al menos un buen resultado. La lechería sigue dando su pelea y deberá hacerse fuerte para superar la prueba de un verano complejísimo, más allá de lo climático, fundamentalmente por lo económico.