La Oficina de Meteorología australiana luego de varios meses de sostener la firmeza de La Niña, acaba de publicar la primera variación en el comportamiento del evento: “El evento de La Niña 2021-22 ha llegado a su fin, con la mayoría de los indicadores actualmente en niveles neutrales”, dicen los expertos australianos, aunque advierten que “algunas perspectivas del modelo sugieren que La Niña puede volver a formarse más adelante en 2022”.
Según el último informe de la Oficina de la isla, los indicadores de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) disminuyeron aún más en la última quincena. “Las temperaturas de la superficie del mar del Pacífico tropical han continuado calentándose y han estado en valores ENOS neutrales durante las últimas cinco semanas”, indican.
De manera similar, debajo de la superficie, las temperaturas del agua están cerca del promedio o son ligeramente más cálidas que el promedio.
Para los expertos, La Nina están en condición “Watch” (bajo revisión), lo que significa que hay alrededor de un 50% de posibilidades de que La Niña se forme más adelante en 2022. “Esto es aproximadamente el doble de la probabilidad normal”, alertan.
La mayoría de los modelos climáticos examinados por la Oficina indican que es probable que ENOS permanezca neutral durante el invierno del hemisferio sur. Cuatro de los siete modelos examinados por la Oficina sugieren que La Niña podría regresar en primavera, y el resto persiste en niveles neutrales de ENSO.
En perspectiva
Para octubre, cuatro de los siete modelos climáticos internacionales, examinados por la Oficina indican que las temperaturas del Océano Pacífico ecuatorial central podrían alcanzar o superar los valores umbral de La Niña. Tres de los siete modelos anticipan que el actual estado ENSO-neutral continuará por lo menos hasta noviembre.
Si bien los eventos consecutivos de La Niña no son infrecuentes y han ocurrido en aproximadamente la mitad de todos los eventos pasados desde 1900, tres seguidos son menos comunes y solo han ocurrido tres veces desde 1900: 1954–57, 1973–76, y 1998-2001.
A pesar del final de La Niña 2021-22, la perspectiva climática a largo plazo de la Oficina sigue siendo más húmeda que el promedio para la mayor parte de Australia, lo que refleja una variedad de factores climáticos, incluido un dipolo negativo en el Océano Índico en desarrollo y aguas más cálidas que el promedio alrededor de Australia. (fuente Infocampo)