sábado, septiembre 7, 2024
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La sequía no terminó para la industria de la maquinaria agrícola

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El año 2023 se convirtió en uno de los años con peores registros de ventas de maquinaria agrícola de los últimos años. El principal factor explicativo fue la sequía, pero no el único. Frente a la mejora del clima en la campaña 2023/24 las expectativas por parte de los fabricantes de maquinaria agrícola volvieron a terreno positivo. Los industriales llegaron a Expoagro entusiasmado con reactivar las comercialización en el mercado interno pero la realidad es que las ventas no repuntan. “Son muy, muy bajas, casi nulas”, sentenció Enrique Bertini, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), quien consideró que la caída “en picada” de los precios internacionales y el incumplimiento por parte de la gestión de Javier Milei de su promesa de bajar las retenciones, complejiza la realidad del sector.

Las ventas de máquinas agrícolas cerraron un 2023 para el olvido. Las unidades vendidas cayeron fuerte: las máquinas de acarreo y almacenaje de granos 43%, las cosechadoras 37%, las sembradoras 36%, y las pulverizadoras autopropulsadas y de arrastre 31%. El rubro de menor caída fue el de tractores con una baja del 9%. El registro de unidades vendidas es uno de los cuatro peores de la última década, detalla un informe de coyuntura de Ieral de la Fundación Mediterránea, en base a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

“La fuerte caída ocurrió en consonancia con la confirmación de los efectos de la sequía, y también en el contexto de un proceso electoral que se caracterizó por una gran incertidumbre. La incertidumbre incluyó al nivel del tipo de cambio, lo que afecta seriamente los márgenes de rentabilidad de los productores agropecuarios y contratistas, y por ende condiciona sus inversiones en equipos”, resaltan en Ieral.

La caída en las ventas repercutió de manera drástica en la producción de máquinas, que se redujo hasta 55%, según cifras de enero, y se anota como la mayor baja desde 2018, año que también tuvo había sufrido los efectos de la sequía y gran incertidumbre de política, especialmente por la volatilidad cambiaria.

“En el año 2023 se verificó uno de los peores registros de ventas de maquinaria agrícola en los últimos años, siendo el principal factor explicativo la sequía, pero no el único. Durante el año pasado se vendieron 16.720 unidades, lo que representa una disminución del 23% con respecto al año anterior”, resaltó el informe elaborado por los especialistas Marcos Cohen Arazi, Ana Laura López Carballo y Valentino Costamagna.

Las mejores expectativas de cosecha para este año, en relación al año previo, alimentan la perspectiva de una reversión de los indicadores del sector, ya que el factor climático tiene un efecto transitorio sobre la actividad. Sin embargo, hay otros factores que pueden diluir parte de la mejora.

De hecho, la división de maquinaria agrícola de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) informó que los patentamientos de cosechadoras, tractores y pulverizadoras bajaron 51,1% interanual en marzo. En el primer trimestre la caída fue de 41,5%.

El presidente de Cafma describió que “el escenario es complejo” y consideró que se trata de un cuadro de situación que tiene múltiples facetas. “La realidad de la industria es dramática porque no hay ventas. Hay varios factores que están dando vueltas, algunos suman y otros restan. Hay un listado de cosas positivas como, por ejemplo, que el agua fue muy buena, que la soja está hermosa y se está cosechando con buenos rindes. Si bien está la chicharrita y algunas partes están muy castigadas, el agua acompañó. En el 2023 no tuvimos agua. Lo negativo son los precios internacionales en picada”, señaló.

Los márgenes

Bertini destacó que “los márgenes brutos se achican, los costos internos de los insumos se incrementaron y hoy el productor agropecuario está haciendo los números, viendo qué le va a quedar”. Por el momento “ve que le va a alcanzar para pagar las deudas, para comprar insumos y pagar el alquiler”. Además, alertó que si el productor agropecuario “hace números para sembrar trigo hoy no le da” y dijo: “En campo propio sale un poquito positivo y si es alquilado sale para atrás. La perspectiva de la siembra de trigo no está”.

El también titular de la fábrica de sembradoras Bertini reflexionó sobre el acompañamiento del sector al gobierno nacional y la promesa de eliminación de los derechos de exportación. “El productor agropecuario apoyó este esquema de gobierno y estaba esperanzado de que le iban a quitar las retenciones pero eso no pasó hasta ahora. Y como tiene un margen bruto bajo, poca rentabilidad, ve como muy negativo que no le hayan bajado las retenciones. Si los precios de la soja hubieran estado en alza a lo mejor no se focalizaban en lo político, pero se escuchan voces de que no les da la rentabilidad y están pidiendo por lo que puedan”, señaló.

Desde Cafma plantearon sobre finales de febrero que Expoagro era una bisagra, un habitual punto de despegue de las ventas. Pero eso no ocurrió. “Hubo muchas consultas, los bancos aparecieron con créditos en pesos y en dólares, se inscribieron muchas solicitudes y la gente acudió a los bancos, pero la realidad es que, porque el productor pisó la carpeta o porque la carpeta no le daba tan bien por la sequía, no se están monetizando esos préstamos al ritmo que otras veces sucedió”, resaltó Bertini.

“De la misma manera que vos, que yo, que el lector va al supermercado y encuentra los precios que asombran y asustan porque todos cobramos el sueldo en pesos y no nos alcanza, al agricultor le pasa lo mismo, la cosecha no le alcanza para lo que le gustaría que le alcance y entonces también expresa que tanto los insumos como la maquinaria para él le resultan caros”, agregó.

Aunque el presidente de Cafma asegura que la esperanza es lo último que se pierde y “hay expectativas de que se acomoden las cosas en el corto plazo”, apunta que tanto para el que votó el modelo de Javier Milei como para todo este sistema, la meta de bajar la inflación a un dígito no se alcanzó. “Todos queremos estabilidad pero la realidad es que las ventas de maquinaria agrícola son muy muy bajas, casi nulas”, subrayó.

Bertini describió que enero y febrero son meses en los que generalmente no se comercializa maquinaria agrícola, porque “en enero están los cultivos creciendo, la gente se toma vacaciones, en febrero está volviendo y si bien ya se empiezan a hacer algunas pasturas, este año como llovió tanto no se hicieron, no hubo necesidad”.

“El productor se relajó un poco, los sorgos están espectaculares, los maíces están espectaculares”, subrayó.

Y como hay pocos compradores y mucha oferta de maquinaria agrícola, el comprador está decidido a hacer valer su dinero y busca no solamente financiación de bancos y de las empresas.

“Por ahí es una buena manera de conseguir un negocio favorable para el comprador. Un contratista rural, que generalmente es el más castigado en esta situación, arrima un monto determinado que alcanza a cubrir una parte de la máquina y a lo mejor no tiene respaldo para que su carpeta crediticia le otorgue un crédito grande, entonces saca un crédito más chico y complementa con eso o hace promesa de pago a seis meses”, describió.

Y explicó: “Si vos conocés al cliente, el contratista es respetable, uno también se arriesga a financiarle sin pasar por lo burocrático de tener los respaldos necesarios que una entidad financiera va a requerir. Esto se está haciendo”.

La pregunta del millón en este panorama es hasta cuándo hay espaldas para sostener un mercado casi frenado. Bertini se arriesga a decir que “en este escenario de quietud terrible cada uno trata de estirar lo más que puede” pero adelantó que hay muchas empresas que ya entraron en régimen de suspensión a la semana. “Se trata de alguna manera tratar de disminuir las horas de trabajo y también de no consumir energía eléctrica, no se puede abrir las empresas para no vender y generar unos gastos terribles. El salario hoy no afecta tanto al costo, lo que ocurre es que no se vende. Una cosa es el costo de la máquina y otra cosa es no tener ventas para hacer que la rueda camine. Todos esperamos que esto se reactive”, subrayó.

Frente al combo explosivo del año, muchos sectores se quejan de que apenas tienen suerte si alguna autoridad del gobierno nacional los recibe y escucha sus reclamos. Cafma logró la conexión con el gobierno nacional a través de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra). “Nosotros como cámara fabricante de máquina agrícola a nivelnacional pertenecemos a una cámara de segundo grado que es Adimra, que tiene una llegada mucho más ágil. Somos 62 cámaras y a través de ella llegamos en conjunto al gobierno. En Adimra hay un montón de otros rubros metalmecánicos que sufrimos la misma penuria. Nuestros clientes son diferentes pero en este estancamiento de la economía todos tenemos los mismos problemas”, relató Bertini.

El presidente de Cafma se arriesgó a decir que casi que están “de alguna manera evangelizando”, tratando llevar la propuesta de Adimra sobre lo que deberían ser políticas activas que tengan que ver con un país industrial. “¿Qué queremos desarrollar? Queremos un país que genere puesto de trabajo para la transformación de la materia prima industrial o queremos un país como fue en otra época que solamente se dedicaba al servicio y ya sufrimos las consecuencias de ellos”, enfatizó.

Las consecuencias

El titular de la cámara que agrupa a los fabricantes del sector reflexionó: “En cierta forma el gobierno está focalizado en el superávit fiscal como herramienta fundamental, para después analizar cualquier otro tipo de desarrollo o cualquier otro tipo de política aplicada para que el país crezca. Nosotros hacemos hincapié en decirle: entendemos lo del superávit fiscal pero no se olviden de que también deberíamos tener política industrial, que hoy no está. Hoy no hay ninguna línea que plantee la creación de puestos de trabajo. El gobierno estima que el fin del déficit fiscal va a generar la posibilidad de que las empresas crezcan”.

Pero Bertini advierte que en el mientras tanto los problemas explotan al por mayor. También cuestiones vinculadas a las asimetrías con el resto del mundo por la apertura indiscriminada de las importaciones que “puede llevar a la muerte de muchas empresas”, indicó.

Insumos e importación

“Si no contemplamos y no hacemos de alguna manera algún reparo de esas asimetrías no vamos a tener forma de subsistir. Se va a alcanzar quizás el superávit fiscal pero con la consecuencia de un montón de empresas muertas. Ningún empresario tiene miedo a la competencia, ninguna industria tiene miedo a la competencia. De hecho crecemos en un ambiente muy competitivo interno, pero hoy por hoy en lo brusco de la inserción en el mundo tenemos serias asimetrías”, resaltó.

En ese sentido, se refirió a asimetrías vinculadas al precio de los insumos. Por ejemplo el precio de la chapa se disparó. También el de la energía. La problemática de logística aporta lo suyo, junto con “un montón de otros factores”.

“El precio de mi producto no es solamente medido con la eficiencia de mi empresa, que yo creo que es eficiente, sino también con el contexto del país. En esa situación le pedimos también y le remarcamos al gobierno que tengan consideración con ese aspecto porque si no vamos a tener empresas muertas. Hacemos esta evangelización, transmitimos a los funcionarios de turnos nuestra visión sobre cómo deberíamos apuntar con el crecimiento”.

Bertini no olvida que “este gobierno fue elegido por la mayoría del pueblo, que es lo que hay que respetar” pero validó que la tarea como entidad gremial “es mostrarle con claridad y estadísticas, lo más claro posible, lo que sucede en el día a día”.

“Hoy ocurre esto, no somos quienes vamos a tomar las medidas pero sí podemos decir que el escenario es complicado”, consideró.

Granos en los silos

El empresario es algo escéptico respecto de un aumento del movimiento comercial en abril. “Hay muchos camiones en la ruta que van a los puertos y hay mucha mercadería que se está vendiendo, pero también hay otra gran cantidad camiones que va a los acopios locales para pagar deudas y para acopiar el resto”.

Así, la expectativa política se cruza con precios internacionales en baja que no seducen a los productores agropecuarios. “Es un periodo en el cual lo político influye mucho y los precios internacionales también. Influye mucho en el ánimo del comprador. Mi cliente hoy está de alguna manera con el ánimo no muy alto. Como cualquier empleado de una empresa que va al supermercado, es la misma sensación”, resaltó Bertini.

Y agregó: “Hoy tenemos insumos mucho más caro que otros fabricantes en el exterior y competitivamente frente a una mercadería que ingrese de Brasil mi mercadería quedaría internamente más cara. Hasta que no nos acomodemos, hasta que no nivelemos la cancha en lo nacional, vamos a tener cierta presencia de lo extranjeros más fuertes, y eso también es preocupante”.

El camino de la exportación

Agrinova es la marca que desarrolló la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) para potenciar la producción nacional en el exterior y en este 2024 de mercado interno que no despega el comercio internacional despierta fuertes expectativas, a pesar incluso de que los precios no son del todo competitivos a nivel global. Gana la valorización de la calidad y el know know argentino.

Enrique Bertini, presidente de Cafma contó que con la intensión es ampliar la participación de la maquinaria agrícola argentina hacia nuevos mercados y consolidar los ya existentes y por eso desde la cámara realizaron una reunión de trabajo con funcionarios de la Cancillería argentina que están a punto de tomar posición en las más diversas latitudes, para contarles de primera mano las particularidades del sector y luego se pueda trabajar en expandir las exportaciones.

“Se trató de una jornada de trabajo para que estos 14 embajadores que van a salir al mundo en mayo puedan llevarse una imagen de lo que es la agricultura argentina”, explicó sobre la mesa de trabajo que llevó adelante Cafma junto al Inta en Balcarce.

Bertini explicó que “el kilo de hierro trabajado no está tan competitivo en el mundo” pero destacó que aunque una sembradora, un extractor o una tolva en alguna parte de Europa del Este llega “un poco más cara, quizá, que otro fabricante de otra parte del mundo, Argentina tiene como ventaja un now know en siembra directa muy importante”.

“Desde la cámara ya hace tres años lo venimos trabajando y logramos hacer una marca sectorial, Agrinova que es el paraguas donde se contiene a toda la tecnología nacional. Todo ese ecosistema termina siendo muy positivo en el territorio nacional porque producimos con la menor huella de carbono del mundo y ese now know es lo que tratamos de exportar”, resaltó y agregó que en poco tiempo más se realiza la gran feria de Nampo en Sudáfrica y Cafma estará presente junto a fabricantes argentinos. (fuente AgroClave)