La sequía provocó que en los últimos meses aumen­tara la faena

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Los efectos del fenómeno La Niña marcan el ritmo del ambiente, con incendios y sequías que repercute en la producción, con consecuencias que resultan alarmantes para las entidades productivas.

De mantenerse esta situación pone en riesgo el trabajo de muchos años, inversiones que se hicieron  la región, como una de las más importantes en el país.

Pero más allá del panorama local complicado, bien vale el análisis que se hizo desde el sector con pronósticos des­alentadores para tener en cuenta, principalmente en las definiciones que se esperan desde  el Gobierno para sostener al sector y evitar la caída de un actividad que es referencia para el país.

En ese sentido el presidente de la Cámara de la Industria de la Car­ne (Ciccra), Miguel Schiariti, ase­guró que “la seguía sigue siendo el factor determinante de lo que ocurre con la ganadería en la Ar­gentina”.

“Los precios no se mueven producto de una constante oferta y de la necesidad del productor de salir de los campos con la hacienda, porque la sequía se agrava día a día y esto se refleja no sólo en el Mercado de Liniers”, explicó en declaracio­nes a las que accedió www.noticiasagropecuarias.com

Según el dirigente, “se mantienen básicamente constantes, excepto algún manejo o modificación en los precios coyunturales del mes como esta semana (por la que pasó), ante el festejo del Día de la Madre”.

Esta celebración generó que “el novillo tuviera me­jores precios, pero sólo por dos días”, señaló, y remar­có que en la última jornada “los precios se derrumba­ron nuevamente a valores anteriores”.

“La falta de pasto se refleja en el valor del ternero de 180 a 200 kilos, que bajó de los $400 (el kilo) y hoy está entre los $360 y $380; es la sequía la que está do­minando al mercado ganadero desde hace dos o tres meses”, concluyó.

Según un informe elaborado por el Centro de Eco­nomía Política Argentina (Cepa), la sequía provocó un mayor faenado de ganado, según publicó el diario digital Norte de Corrientes

De acuerdo con el trabajo, la sequía provocó que en los últimos meses aumentara la faena (+8,5% en agos­to en comparación a igual mes de 2021).

Y, en lo que va del año el crecimiento acumulado es del 4,4%, totalizando 2.044.653 toneladas, 85.500 to­neladas de carne más que las pro­ducidas un año atrás.

La crisis del sector tiene como contraposición la falta de políti­cas y decisiones para morigerar el efecto de la naturaleza, que viene desde hace varios años de manera contundente, sumado, claramen­te a los incendios que afectaron a Corrientes en el verano pasado, y que, de acuerdo a los pronósticos meteorológicos, esta temporada estival se darían situaciones simi­lares con afectación de las zonas productivas de la provincia.

En este marco es que al anticipo de las entidades productivas, de los propios productores correntinos, le urgen acciones que puedan dar señales a quienes llevan adelante la actividad y así establecer un crono­grama de contingencia ante lo que sería inminente.

Los incendios de febrero marcaron un escenario ad­verso, complejo, casi terminal para muchos produc­tores, e intentar que la actividad disminuya debe ser el objetivo de todos los actores de la cadena, más el Gobierno con sus decisiones.

La ganadería en particular tiene bases históricas en Corrientes, que mas allá de esa consideración debe ante todo ser tenida en cuenta de manera concreta para evitar la caída de la actividad. (fuente Noticias AgroPecuarias)