Luego de un semestre complicado, el precio de los terneros y las vacas comenzó a mostrar una lenta recuperación, de acuerdo a los valores reflejados en el último remate del Rosgan, realizado a principios de mes.
El sector experimentó un cambio positivo debido a la disminución de ofertas y a las condiciones climáticas más favorables. Si bien las lluvias no fueron abundantes, comenzaron a poner en valor a los verdeos, dándoles lugar a los invernadores tradicionales.
Durante los primeros seis meses del año, la demanda de ganado estuvo prácticamente limitada a los feedloteros.
La sequía había liquidado las pasturas y no había capacidad de recepción de animales. A su vez, el sistema de confinamiento benefició a la producción y los corrales se llenaron.
En contraste, los invernadores tradicionales y los productores agrícolas, que sufrieron una de las peores cosechas en décadas, desaparecieron del panorama y la invernada tocó un piso que se mantuvo durante meses.
En el último remate, los precios superaron todas las expectativas establecidas previamente para las distintas categorías de ganado.
La corrección de precios para la ternerada, tanto en machos como en hembras, se modificó en un 10 a un 15% con respecto al remate de junio. Además, la corrección también se dio en los novillos, con un aumento del 18% mes a mes.
Estos resultados indican una demanda sólida y dispuesta a comprar animales encaminados para darles una rápida terminación.
El sector de las vacas de invernada también tuvo un aumento significativo. En tan solo un mes, se registró un incremento del 33%.
En el último remate de Rosgan, estuvieron los frigoríficos comprando vacas con destino a China y también aparecieron los invernadores de hembra tratando de aprovechar para hacerla cambiar de categoría.
Estos valores dejan en evidencia que la sequía quedó atrás y comienza un nuevo ciclo productivo. (fuente Noticias AgroPecuarias)