La sequía ya recortó las expectativas de producción de maíz

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Por la sequía, la primera estimación de producción maíz de la campaña 2024/25 viene con recorte incluido. La Bolsa de Comercio de Rosario proyectó que serán unas 48 millones de toneladas, sobre un potencial de 52 millones. También caen las posibilidades productivas de la soja, ya que el cultivo de segunda está muy comprometido.

Cristián Russo, de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) señaló que las imágenes de anomalía de las reservas de agua en los suelos de la última semana muestran “un cambio muy rápido” que puso en dificultades sobre todo al maíz temprano.

Las lluvias habían vuelto a partir de la segunda quincena de octubre, lo que permitió una recuperación hídrica muy importante. Pero en la segunda quincena de diciembre dejó de llover, justo en el momento en el que el maíz temprano definía rendimientos. “Lamentablemente se cumple un mes sin milímetros significativos que den auxilio para cortar los descuentos”, explicó Russo. Las próximas lluvias no alcanzarían el volumen necesario.

“Temperaturas extremas, baja humedad relativa, días de vientos continuos y una radiación con valores de watts también extremos se alinearon negativamente en el momento más crítico del maíz de primera”, dijo. El resultado es que, con un área de cosecha de 6,5 millones de toneladas, la primera estimación maicera arroja 48 millones de toneladas, 4 millones menos de su potencial.

Respecto del año pasado, la producción caería en 6.5 millones de toneladas, un 8,5%. En parte, esta disminución obedece a que hubo una revisión de la cosecha de maíz 2023/24 a 52,5 millones de toneladas. El cálculo de la GEA parte de 7,8 millones de hectáreas sembradas, de las cuales 1,3 millones no serían cosechadas para grano comercial. Y considera que el ambiente de baja productividad ajusta el rinde promedio nacional a 73,6 qq/ha para el cultivo de maíz 2024/2025.

En Córdoba, el maíz se mantiene con altas expectativas pero también necesita de la pronta llegada de precipitaciones para sostener el nivel estimado de rindes. También cuenta con mejores chances de recibir más agua este fin de semana. En Buenos Aires, y el sur de Santa Fe los agrónomos están sorprendidos por la rapidez con que se han secado las hojas, incluso por encima de la altura de la espiga. El deterioro ha sido muy rápido.

La soja de segunda, los lotes de la oleaginosa que se siembran después del trigo, está también comprometida en la región central. Se sembró con pocas lluvias y luego, ya sin agua y sin reservas por el consumo que tuvieron los trigos, necesitan del auxilio inmediato de las lluvias para poder seguir en carrera. Lamentablemente, la situación empieza a ser irreversible, sobre todo en el norte de Buenos Aires, por la severa cantidad de pérdida de plantas que se está observando en los últimos días.

En el caso de la soja de primera, necesitaría lluvias muy significativas para retomar la posibilidad de alcanzar rindes promedios. La proporción de lotes regulares sigue subiendo en el centro y norte de Buenos Aires, centro y sur de Santa Fe junto a Entre Ríos. Se ven muchos casos ya con rodeos de pérdidas de plantas, aborto de flores y el ataque de las típicas plagas de sequía: arañuela y trips.

“Bajo estas condiciones los rindes se verán resentidos, y si bien es prematuro efectuar una estimación, se descartan los escenarios de productividad alta que hasta hace poco, con las lluvias de la primavera, hacían posible pensar en una campaña superadora”, señala GEA. Las condiciones de desecamiento y estrés termo hídrico han sido tan graves en los últimos 30 días que se descarta la posibilidad de un escenario de normalidad; esto es, alcanzar una producción en el rango de 53 a 53,5 millones de toneladas, teniendo en cuenta rindes promedios. Por ahora se mantiene solo una estimación de siembra de 17,8 millones de toneladas. (fuente AgroClave)