La soja argentina HB4 resistente a sequía está cada vez más cerca de llegar a los campos, a nivel global. La reciente aprobación de la tecnología en Estados Unidos causó euforia entre los directivos de Bioceres, la compañía que impulsa que este evento acuñado en la Universidad Nacional del Litoral llegue al mercado. La buena noticia se suma a la aprobación obtenida en Brasil a fines de mayo último y a las expectativas de que China también apruebe el evento el año que viene, condición demandada por el gobierno nacional para poder sembrarla en Argentina.
Federico Trucco, CEO de Bioceres, subrayó que “fue como un sueño cumplido ver de que una tecnología que salió de la provincia de Santa Fe, de la Universidad Nacional del Litoral, fue subiendo y primero logró la aprobación local, después en Brasil y finalmente en la meca de la biotecnología mundial que es el mercado norteamericano”.
“Hoy esta tecnología puede ser utilizada en casi 80 millones de hectáreas de soja, el 80% de lo que es la superficie mundial, y es sorprendente. No hay antecedente de compañías de Latinoamérica o que no sean de Norteamérica que hayan logrado ese lugar”, contó Trucco durante una entrevista realizada en el Precoloquio de Idea Centro.
La tecnología argentina que llegará al mercado de la mano de Bioceres, permitirá estabilizar los rindes en zonas con estrés hídrico recurrente. Los ensayos demuestran que mejora los resultados en un 13% en promedio en condiciones de estrés pudiendo alcanzar hasta un 30% en condiciones de sequía severa.
La tecnología HB4 se desarrolló a partir de un descubrimiento realizado por profesionales de la Universidad Nacional del Litoral y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) liderados por la Dra. Raquel Chan. En las etapas tempranas de este proyecto, Bioceres, obtuvo la licencia para desarrollar la tecnología en especies de interés agronómico, iniciar estudios a campo y realizar todos los procesos necesarios para que los distintos cultivos modificados alcancen el mercado.
Esta tecnología, la única de este tipo a nivel mundial para el cultivo de soja, brindará la posibilidad estabilizar los rendimientos en áreas que experimentan problemas recurrentes de estrés hídrico, al mejorar hasta en un 20% los resultados, con respecto a las variedades de soja tradicionales, según ensayos realizados en 9 campañas y en más de 50 ambientes.
Para que la soja HB4 llegue a los campos argentinos aún resta un paso. Es que China debe aprobarla, como mercado de consumo. “Es necesario para el lanzamiento en Argentina, pero no así en Brasil y Estados Unidos. El único país que nos impuso la aprobación es Argentina, siguiendo usos y costumbres, y una vez que eso ocurra se pueden comercializar libremente en los tres países”, detalló Trucco.
Según las proyecciones de Bioceres el año que viene debería salir la aprobación en el país asiático, estiman para fin de año. “Eso sería compatible con nuestros planes de negocios para tener buen volumen de semillas. Esta campaña será de prelanzamiento y la campaña fuerte en 2020/2021”, puntualizó el máximo referente de la compañía.
En Bioceres estiman una importante demanda de la tecnología pero advierten que al principio el uso en los campos estará limitado por la cantidad de semillas. “Creemos que va a estar por debajo del millón de hectáreas hasta que logremos tener suficiente semilla. Nuestras proyecciones son que, a tres o cinco años del lanzamiento. podamos tener entre un 15 y 25% del mercado para esta tecnología, que no es el 100 %o de la superficie de soja sino aquella que tiene mayor probabilidad de tener episodios de sequía y son 21 millones de hectáreas en Latinoamérica por sobre las 50 millones que hoy se cultivan”, indicó. Consideró, además, que en Bioceres están “constantemente buscando nuevas tecnologías para incorporar a nuestra propuesta de valor”.
Sobre la actual coyuntura económica, revuelta para muchos sectores productivos, Trucco reconoció que “para el agro más allá de la macrovolatiidad economía ha sido un buen año” y dijo que eso le permitió a Bioceres tener un buen crecimiento en sus actuales productos, ventas y la internacionalización de la compañía. “Hoy casi el 25% de nuestros ingresos viene del exterior y eso va a ir creciendo. Si el mercado se normaliza vamos a estar atentos a oportunidades de crecimiento, tanto orgánicas como inorgánicos. Hoy no es el momento para hablar de adquisiciones, la liquidez que tenemos esta comprometida con nuestros proyectos actuales”, apuntó. (fuente Agroclave, diario La Capital)