Argentina es un país eminentemente urbano, un 92% de su población ya reside en ciudades. Su capital, Buenos Aires, es una de las ocho megaciudades de América Latina, urbes que suman más de 10 millones de habitantes.
El ritmo frenético de los entornos urbanos en Argentina genera problemáticas como contaminación, problemas en la movilidad, exposición a cambios de temperatura extremos o grandes precipitaciones. En vista de esa realidad, el país se comprometió en 2016 a reducir en un 37% sus emisiones de CO2 hasta 2030.
En el marco del Pacto, más de 100 representantes de gobiernos locales, regionales y nacionales de Argentina, Brasil y Paraguay han sido invitados a reunirse del 21 al 23 de agosto en Corrientes en el cuarto taller de capacitación para ciudades firmantes que imparte la Unión Europea.
Con aporte técnico del centro Común de Investigación (JRC) de la Unión Europea, las jornadas tienen como objetivo el intercambio de experiencia y la capacitación de ciudades en el diseño de su Plan de Acción Climático y de Energía Sostenible, documento que describe las actuaciones de las urbes en materia de mitigación y adaptación climática.
Harán acto de presencia los intendentes de la ciudad anfitriona, Corrientes y los intendentes de Godoy Cruz, Monte Buey, Caseros, Camilo Aldao, Rosario, Avellaneda, La Paz y Arequito.
El destaque del evento es el reconocimiento a las municipalidades de Argentina firmantes del Pacto que ya han presentado sus planes de acción climática: Monte Buey, Godoy Cruz, Caseros, Camilo Aldao, Venado Tuerto, San Antonio de Areco, Chacabuco y Arteaga.
El compromiso con el Pacto
Para formar parte del Pacto Global de Alcaldes, los equipos de las ciudades trabajaron, en primer lugar, de la mano con los coordinadores nacionales asignados por el programa en Argentina: la RAMCC y la FAM, quienes les guiaron hasta llegar a firmar una carta de compromiso, con la que iniciaron el proceso del Pacto para poder desarrollarse como ciudades más sostenibles.
Tras la firma de la carta de compromiso, y para realizar todo el proceso requerido en el Pacto, las ciudades firmantes deben realizar un inventario de su emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), un análisis de amenazas y vulnerabilidad a riesgos climáticos para entonces publicar su Plan de Acción Climático y de Energía Sostenible (SECAP). A partir de ahí, a cada dos años, reportar su progreso anual.