Son varias las especies que se utilizan como cultivos de servicio o de cobertura en rotación con diversos cultivos de renta, de acuerdo a la zona productiva que se considere. El centeno y la vicia son típicos en el oeste arenoso de Buenos Aires, en el sur de Córdoba, y en el norte de La Pampa, que es donde esta técnica se practica con mayor frecuencia. Y numerosos son sus beneficios, según el ingeniero agrónomo Ezequiel Martínez de Onagoity (sur de Córdoba), integrante de la regional Del Campillo de Aapresid.
“Los beneficios que brindan los cultivos de servicio pueden enumerarse en este orden: 1) gestión del agua, 2) captura de carbono, 3) aumento de la diversidad biológica macro y micro, 4) control de la erosión hídrica y eólica (en mi zona es importante la eólica), 5) combate de malezas, 6) aporte de nitrógeno, 7) bajar la temperatura del suelo, 8) fijación del rastrojo, 9) producción de forraje, 10) degradación de plaguicidas, 11) reducción en el uso de herbicidas, 12) descompactación el suelo”, precisa Martínez. Y esplica cada uno de estos puntos con mayor detalle.
Gestión del agua: es importante porque es una limitante importante en la producción de cultivos. En esta zona es la primera limitante, con 750 milímetros anuales de precipitaciones. Un cultivo de servicio deja a disposición del cultivo siguiente, que es de renta, más agua de la que brinda un barbecho debido a que genera más infiltración por aumento de la porosidad del suelo.
Además, su residuo en cobertura protege el suelo de las lluvias primaverales que suelen ser de mayor intensidad y propicia la retención de agua. La evaporación directa del agua, también se reduce con la cobertura. Un centeno, por ejemplo, deja en residuos una capa de 60 a 70 cm de espesor. A todo lo dicho, se le agrega que tiene mucha radiación del calor que recibe del sol por lo cual reduce la temperatura del suelo. También con vicia se logra una alfombra de 5 a 10 cm, que significa un efectivo reparo para la mejor conservación del agua y del suelo.
Una clave de manejo es esperar las lluvias de 40 a 60 mm que recargarán el perfil a los 30 o 60 días luego del secado del cultivo de servicio según la zona del lote.
Captura de carbono: «El secuestro de dióxido y al aporte de carbono, por ello en verdad hablo del ciclo del carbono», aclara Martínez. Ello tiene relación con la cantidad de biomasa producida, que es función de la evolución del invierno y de la conducción del cultivo de servicio. Por ejemplo, el centeno con buena humedad y sembrado en fecha, puede alcanzar 10.000 kg de materia seca de su parte aérea y otro tanto en la subterránea. La vicia puede generar otro tanto en su fracción aérea más un 60% desde la subterránea. Son varias toneladas de carbono como CO2 secuestradas de la atmósfera y toneladas de carbono que se incorporan a la materia orgánica de suelo.
Biodiversidad microbiana y general: que se mantiene en el suelo siempre viva con su microflora de hongos y bacterias, mesofauna de artrópodos y ácaros, y macrofauna con bicho bolita, escarabajos, lombrices, etc.
Control de la erosión: en esta zona es importante la erosión eólica. “En este punto puedo hacer referencia a mi experiencia personal con un barbecho de soja de segunda cosechada en mayo y con antecesor trigo, a la espera de la siembra de maíz tardío a fin de noviembre sin labranza, pasa una tormenta con viento fuerte a fin de noviembre que barre al rastrojo de soja y luego el suelo comienza a volar. Con un cultivo de servicio esta voladura se evita”, asegura Martínez.
Combate de malezas: generado por la sobra de la biomasa producida. Las malezas problemáticas como el yuyo colorado, la rama negra, y cada vez más el sorgo Alepo resistente. La presencia y alelopatía del centeno, controlan la población de rama negra otoñal que es el 75% de la rama negra que aparece en cada lote. Debido al herbicida y a la competencia feroz que ofrece el centeno, prácticamente desaparece, la rama negra primaveral. Y el amaranthus tarda en aparecer debido a que tarda en germinar dado que el suelo cubierto por biomasa, reduce su temperatura. Entonces las malezas germinan todas juntas lo cual facilita su control.
Aporte de nitrógeno: una vicia bien inoculada que genera 10.000 kg/ha de biomasa, aporta 150 Kg /ha de nitrógeno más que un barbecho, de manera que no hay respuesta a fertilización con nitrógeno en un maíz que sucede a vicia. «Esa es mi experiencia», afirma el ingeniero.
Baja la temperatura a nivel del suelo: ello es importante sobre todo en los suelos de mucha arena en el oeste, tal condición hace que cuando quedan descubiertos, se calientan de manera tal que, si una soja esta emergiendo, sufre tal shock a nivel de cuello que mata a las plantas. Ello no ocurre con la cobertura de un cultivo de servicio.
Fijación de rastrojo: condición que se da sobre todo en lotes de maíz sembrados con centeno mediante avión. El rastrojo de maíz suele volar y amontonarse en los alambrados. Tal problema se evita con la siembra de un centeno con avión o con una air drill tipo Altina. El momento de sembrar es cuando el maíz esta en post floración, en marzo o abril tratando de coincidir con una lluvia. Luego, cuando el maíz comienza a translucir la luz a la parte inferior de las plantas, el centeno crece. Luego pasa la cosechadora y el rastrojo queda atrapado en el centeno nacido.
Producción de forraje: es el caso de darle una pastoreada sacando unas cuantas raciones, mediante una comida -sobre centeno-, temprana, rápida, medida para que resulte breve, temprano, de manera que el cultivo pueda recuperar parte de la biomasa comida.
Degradación de plaguicidas: ante mayor densidad de organismos vivos que en un rastrojo, la degradación de los herbicidas se acelera en función de que muchos de ellos son biodegradables. Asimismo, se aplican menos herbicidas en los cultivos de renta apelando a la capacidad del cultivo de servicio de combatir malezas y terminado con un rolado.
Descompactación: debida a la presencia de raíces, e incluso podemos mencionar especies como tillage radish que son subsoladores bilógicos que estan en estudio.
Como contraindicaciones de los cultivos de servicio se pueden mencionar la inmovilización de nitrógeno que hacen las gramíneas en general, con lo cual ante la sucesión de dos gramíneas, como centeno – maíz, se precisa el agregado de nitrógeno.
Costo hídrico: que es el agua que falta al momento de secado del cultivo de servicio, que se recupera con una lluvia posterior, pero no deja de ser un costo.
Plagas: debido a que el lote se mantiene verde, suele haber más cortadoras y chinches pero también se presentan más benéficos. Asimismo, se generan más insectos, pájaros, abejas.
Costo del cultivo de servicio: hacer una vicia cuesta 70 dólares por hectárea, un centeno 50, entre semilla, siembra, fertilizante.
Campos alquilados: es para considerar ya que, si se sale de los campos en mayo y se regresa en agosto o septiembre, no es posible pensar en los cultivos de servicio. Es un tema pendiente de mejoramiento la extensión de los contratos de alquiler, comenta el asesor para finalizar. (fuente Juan B. Raggio/Clarín Rural)