Gonzalo Daniele, del Agrocentro Nutrien, y el asesor del Crea Sur de Santa Fe, Agustín Fernández Roger, analizan el incremento de la participación de maíz y trigo en la intención de siembra para la región.
Del “mar de soja” a la incorporación del maíz de segunda como opción productiva. El cambio de paisaje es evidente y se consolidó en las últimas campañas. Gonzalo Daniele indicó que ya desde el año pasado había una buena superficie de maíz y que el trigo está creciendo mucho: “Creo que eso se repite y va a haber buena superficie de maíz también, está volcándose bastante a gramíneas por cuestiones ecológicas y sobre todo económicas”.
Sobre cómo se está viendo el perfil del productor y lo que se está incorporando como tecnologías en estos cultivos Daniele dijo: “Lo que se está viendo es que la gente que encara el trigo, lo encara cada vez mejor. Las respuestas del cultivo también son buenas. Hay lotes mejores y peores, pero a pesar de pasar ese mal trago, son buenos los resultados de trigo, además los precios acompañan muy bien. La demanda de nutrientes y tecnológicas son altas”.
Por otra parte señaló que “llovió suficiente para cargar bien los perfiles, pero tampoco llovió tanto para molestar la siembra y los trabajos avanzan muy bien. El año pasado tuvimos más problemas de demora en los trabajos por exceso de humedad en algunos momentos. Perfiles más secos para algunos casos y mucha lluvia que molestó en otros. Este año viene mucho más cómodo el trabajo”, expresó.
En cuanto a la demanda de fertilización indicó que es bastante parecida a otros años: “Hay gente que está incorporando los fertilizantes antes y dejando algún arrancador para la siembra. Cada vez se usa menos la doble fertilización porque los volúmenes de fertilizantes que hoy se usan en el momento de la siembra la hacen un poco engorrosa. Está creciendo la aplicación de nitrógeno en superficies con las ureas protegidas. En general los productores acomodan su logística de acuerdo a su comodidad o a su economía”.
La realidad es que todo funciona, lo importante para los cultivos es tener todos los nutrientes y tenerlos en tiempo y forma. Sobre la evolución de la tecnología de los productos para que la misma cantidad de nutrientes se mantenga, Daniele enfatizó que primero se fue creciendo en el balance de nutrientes que se usa, cada vez está mejor ajustado, se ha incorporado mucho el uso de nutrientes, principalmente Zinc, y se está trabajando más en el ajuste de nitrógeno.
A su turno Agustín Fernández Roger manifestó que “tuvimos un mal trigo el año pasado, pero este año están de vuelta apostando porque los perfiles los tenemos mucho mejor”.
El asesor de Crea Sur de Santa Fe indicó que el trigo es muy importante en nuestras rotaciones además de que generalmente es mejor el margen el trigo-soja y el trigo-maíz, que ya se está hablando con el mejor margen en esta zona.
“Este año el maíz de primera también tiene muy buen margen por el precio, pero el trigo tiene un montón de beneficios en la rotación, en la mejora de la infiltración del campo, y en el control de malezas, fundamentalmente, es muy importante. Vino para quedarse y para aumentar superficie en la medida de lo posible. Este año me parece que algunas decisiones de último momento que están yendo para atrás por el aumento de los costos de fertilizantes, está haciendo que algunas personas empiecen a dudar un poco”, explicó el asesor.
Si bien se viene de años muy secos, pero en general también se piensa en el trigo para aprovechar el agua residual del otoño y controlar las napas, el asesor expresó que los lotes que tienen las napas al metro y medio o más cerca de los dos metros son los que tienen que aprovechar el doble cultivo: “A esa agua hay que aprovecharla porque la napa después sigue subiendo y ya lo sufrimos años atrás. En otras zonas han descendido mucho las napas, yo que trabajo más para el sur de Córdoba, el año pasado estuvimos peor que este año. La mejor condición que tiene el trigo es que uno puede decidir qué tanta tecnología o a qué rinde puede aspirar. La idea es tratar de que con la información que uno ya va conociendo de su campo y de su lote, decidir a cuánto se va a aspirar para ajustar toda la tecnología al trigo, a ese rendimiento y ahí sí va a ser rentable”.
Maíz de segunda
Sobre qué posibilidad hay de ir hacia un maíz de segunda, de gramínea sobre gramínea y que experiencias hay sobre eso dijo: “Cada vez está creciendo más. Es una muy buena posibilidad. Algunas personas ya están cambiando la rotación clásica de trigo–soja, maíz de primera por trigo-maíz, soja de primera. Las heladas juegan porque a veces el trigo en zonas de más heladas con mucha cobertura el maíz de primera era más difícil de implantarlo, el maíz de segunda obviamente no tenía problema y ya va directamente una soja después que no tendría problemas de heladas. Es una buena alternativa que cada vez se usa más, lo que uno analiza es que dentro de la rotación la cantidad de fertilizantes a utilizar es parecida, porque o lo usas durante dos años en el trigo-soja y en el maíz de primera o lo usas en todo el año de trigo-soja y después te queda la parte de fósforo y azufre para la soja de segunda del año siguiente”.
Si uno analiza el sistema es parecido, según la conveniencia y experiencias que tiene cada uno. “Al principio veíamos que en ambientes flojos el maíz de segunda siempre daba mejores resultados que una mala soja de segunda, lo que tiene la soja es que uno no puede variar la tecnología según la expectativa de rendimiento y lo que generalmente decimos es que una soja mala cuesta más cara que un lote con una muy buena soja, porque nos agarran más insectos, tenemos más control de malezas, todo lo contrario al maíz que al igual que con el trigo puede ajustar la tecnología a una expectativa de rendimiento. Siendo conscientes que un maíz de segunda requiere de alta fertilización, no es lo mismo un maíz de segunda que un maíz tardío, pero se puede hacer ajustando la fertilización, el tema sanitario, estar presente si necesita un fungicida”. (fuente Pueblo Regional)