Las inundaciones podrían generar una lluvia de hacienda hacia los feedlots

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Si bien las últimas lluvias no han traído buenas noticias para la ganadería, a partir de las inundaciones en el litoral argentino que comprometieron unos 5 millones de cabezas, en el mediano plazo se espera un nuevo impulso a los ingresos en los feedlots, en una época del año en que la ocupación en los corrales tiende estacionalmente a bajar.

La fuerte sequía que se vivió durante el primer semestre del año obligó a adelantar el ingreso de vacunos a los corrales de encierre, situación que de acuerdo al mercado ganadero de Rosario (Rosgan), alteró –en parte- el ritmo habitual de llenado de estos establecimientos.

En el corto plazo, la entidad explicó que el mapa ganadero continuará complicado. Como ejemplo, advirtieron que en la mayoría de campos altos –localizados cerca de las zonas afectadas por los excesos de lluvias- aun no admiten un incremento en la carga animal.

“Por el contrario, en muchos casos, tras las lluvias se suele producir transitoriamente una mayor restricción”, señalaron.

Esto se presenta tanto por lotes que se cierran temporalmente para recuperar forraje como por superficie que, aprovechando la humedad conseguida en los suelos, se destinan a implantación verdeos, para recomponer el nivel de reservas forrajeras.

De esta manera, uno de los efectos más visibles de estas crecidas tan fuerte que se produce luego de un período de sequía, es que se genera un exceso de oferta que es difícil de relocalizar de manera inmediata.

Las categorías más afectadas

Según el último relevamiento oficial de vacunación, un 40% del stock que se encuentra en las zonas afectadas corresponde a vacas y un 25% a terneros y terneras.

Si bien esta proporción puede haber sufrido modificaciones, desde el Rosgan afirmaron que tanto la zona de islas como las de campos bajos siguen albergando una gran proporción de vacas.

Es una de las primeras categorías que más rápidamente tiende descartarse por lo difícil que resulta para este tipo de hacienda la transición a campos más duros”, consideraron.

En el resto de las categorías y ante la falta de campos disponibles, el feedlot se erige como uno de los destinos más buscados para cerrar los ciclos de invernada y engorde que se venían desarrollando a pasto.

En este contexto, los números oficiales de encierre confirman esta tendencia: al 1° de noviembre, los corrales albergaban 1,8 millones de cabezas.

Esta cifra, si bien existe una tendencia bajista en los feedlots, sigue siendo un 5% superior en comparación a la misma fecha de 2022.

Entre enero y octubre, los corrales de engorde registraron ingresos por 4,34 millones de cabezas, un 12% más que lo ingresado en igual período de 2022. (fuente Infocampo)