La mayor parte de la región agrícola recibió lluvias que, en líneas generales, permitirán frenar la pérdida del potencial de rendimiento que se estaba registrando para los cultivos sembrados de soja y maíz, además de completar siembras pendientes.
Con las lluvias de los últimos días, desde Navidad ya se registraron en general promedios acumulados de 40 a 80 milímetros con sectores donde esa marca se estiró hasta 100-110 milímetros, promedio.
En varias regiones las precipitaciones venían al 50 por ciento de lo normal para la época del año. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que en septiembre pasado había estimado una cosecha de todos los granos 2019/2020 de 131,7 millones de toneladas, ya recortó (por pérdidas en trigo y cebada) a 128,6 millones de toneladas su previsión. Faltan ajustes en soja y maíz que seguramente harán bajar más ese número. Para comparar, en la 2018/2019 se habían recolectado según la Bolsa de Cereales porteña 135,3 millones de toneladas, es decir que entre una campaña y otra, sin considerar nuevos ajustes, ya están faltando 6,7 millones de toneladas.
«Cubrieron gran parte de Córdoba, Santa Fe, y una parte de Buenos Aires, Entre Ríos y Chaco. Buena parte del área agrícola recibió precipitaciones de variada intensidad. Los acumulados son buenos y esto va a permitir cerrar la siembra gruesa, lo que queda sembrar del maíz tardío y de soja de segunda», señaló Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales porteña.
En maíz la siembra para grano comercial ya se ubica en el 75,1% de las 6,3 millones de hectáreas estimadas para la campaña. En soja ya se implantó el 79,1 por ciento de la superficie calculada en 17,7 millones de hectáreas.
«Por ahí en el sur de Buenos Aires hay lotes de soja de segunda que aun están en duda porque falta humedad en superficie luego de la cosecha de trigo», apuntó Copati, que no obstante agregó: «En general el escenario es favorable y las lluvias llegan en el momento oportuno. Estaba faltando agua. Esto es muy bueno para todo lo que es cultivo de verano».
Para Leonardo de Benedictis, las lluvias «fueron realmente buenas». Señaló que el área de mayor desarrollo abarcó «gran parte de la provincia de Buenos Aires, parte de La Pampa, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos».
«Vienen bien y han llegado de manera bastante generalizada más allá de lo desparejo», agregó el experto. Según precisó, el evento cortó una racha sin agua que se observaba en amplias regiones productivas.
Benedictis indicó que donde hubo acumulados de 100 a 110 mm este fenómeno le dio un impulso importante a la campaña, más para las siembras tardías que tempranas de septiembre que ya venían con cultivos resentidos.
«Hay lugares que van a zafar con 2 o 3 eventos más. En algunas zonas está llegando medio tarde (la precipitación registrada)», aclaró el experto.