Desde el viernes hasta el lunes, la región agrícola núcleo de Argentina recibió lluvias continuas y abundantes, con acumulados que en algunos puntos superaron los 140 milímetros, de acudo a un relevamiento realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario.
El fenómeno atribuido a un centro de baja presión atípico y muy estacionario sobre el centro del país modificó los patrones de precipitación habituales en la región.
Localidades como Monte Buey y Guatimozin tuvieron precipitaciones de 140 y 128 milímetros respectivamente, mientras que Godeken y Junín no se quedaron atrás con 120 milímetros cada una. Este patrón de lluvias es inusual para la época y ha sido más intenso en zonas que no suelen recibir tan elevados acumulados de agua.
Buenas y malas
“La seguidilla de lluvias presenta desafíos para el sector agrícola, especialmente en medio de la cosecha de soja, ya que los suelos extremadamente saturados y los caminos dañados complican las labores agrícolas”, analizó el jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, Cristian Ruso.
Lo bueno es que este episodio incrementa las reservas de agua de cara a la próxima campaña de trigo, en un contexto donde se anticipa una fase de Niña que podría traer condiciones más secas en el futuro.
Russo advirtió sobre los efectos a largo plazo de estas precipitaciones y la necesidad de prepararse para más días de lluvia, posiblemente hasta el martes, con la esperanza de una mejora progresiva en las condiciones meteorológicas. (fuente Noticias AgroPecuarias)