Las mujeres ganan espacio en la SRA y piden servicios que generen arraigo en el campo

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La entidad incorporó en el último tiempo una secretaria general y varias directoras a partir de una nueva política de género. Además, la directora Adela Nores comentó las necesidades del campo para generar mayor arraigo femenino.

“Poco a poco la Rural se ha ido feminizando. Por primera vez este año tenemos una secretaria general que es Eloísa Frederking, y además tenemos cinco o seis directoras en diferentes distritos, como en Córdoba, yo estoy en el Distrito 3, y estamos un escalón arriba de los delegados”, describió Adela Nores, directora del Distrito 3 de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

A modo de ejemplo comentó que en su distrito tiene 45 delegados, que conforman la red interna de comunicación y trabajo de la entidad: “Yo me encargo de que estén siempre informados para que se sumen a los programas de la Rural y puedan desarrollarlos, y nos encargamos de recepcionar lo que nos transmiten sobre las necesidades de cada zona”.

Nores también forma parte de la Red de Mujeres Rurales, que cuenta con 500 integrantes en todo el país, y que en el marco de la Expo Rural 2023 realizó el encuentro “Conectividad Rural: brecha digital y desarrollo sostenible”.

Servicios y arraigo

“Las preocupaciones de las mujeres rurales son las de crecimiento y desarrollo que tiene el campo. La mujer para afianzarse en el campo, para poder vivir en el campo, necesita muchas cosas. En primer lugar, que haya una red de energía eléctrica, porque no tenemos un plan energético de desarrollo en toda la provincia, y ni hablar en otras partes del país”, planteó la directora y razonó: “Sin energía es muy difícil el arraigo de la mujer en el campo”.

De la mano de la deficiencia energética, viene la problemática comunicacional: “No tenemos redes de internet, hay muy poco desarrollo de las comunicaciones en toda la provincia, y el país”, señaló Nores, y apuntó: “Con Mujeres Rurales hemos logrado algunos nodos de comunicación a través de Telefónica, con el montaje de algunas torres y estamos tratando de cerrar un programa con la provincia para las escuelas rurales, con lo cual logramos que toda la familia pueda tener comunicación”.

El otro problema que requiere de una rápida solución es la falta de agua potable: “En la provincia de Buenos Aires hay solamente dos o tres fuentes de agua potable. En el campo estamos como en África, porque no tenemos vasijas de barro, pero trasladamos el agua en bidones. Esto de vivir sin agua potable es una aventura que hay que terminar. Las familias crecen alrededor de un contexto femenino de cuidados y ese contexto se puede ayudar con acceso a la energía eléctrica, agua potable y conectividad, tanto con caminos rurales, como con internet, porque en el campo las mujeres somos más libres”.