A los cultivos les falta precio, que sólo vendrá de la mano de una baja en las retenciones y de la liberación del mercado de exportaciones para el trigo y el maíz.
Se muestra la proyección de resultados para la zona Norte de Buenos Aires y Sur de Santa Fe, sobre la base de los precios proyectados a cosecha 2015 para trigo y granos gruesos. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio, y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
El clima viene acompañando en la zona, y los cultivos muestran una muy buena evolución en general. Se esperan rindes que estarán por encima del promedio.
Sin embargo, las proyecciones de resultados se dan recortadas por retenciones a las exportaciones, quebranto ante precios bajos para los commodities en el mercado internacional, que además están recortadas fuertemente por retenciones a las exportaciones que fueron fijadas en un contexto de mercados con precios mucho más altos, y costos más bajos.
SIEMBRA EN CAMPO PROPIO Y ARRENDADO
Para siembras en campo propio para cubrir los costos (directos y de estructura) en trigo hace falta un rinde de indiferencia de 69 qq/ha. Para maíz, que requiere una inversión mucho más alta que la del trigo, el rinde de indiferencia para cubrir costos totales es de 124 qq/ha. El quebranto proyectado es elevado en maíz, y no se alcanzarán estos rindes.
Para soja de 1ª y 2ª las proyecciones muestran que hay que obtener rindes de indiferencia de 25 qq/ha en soja de 2ª y de 39 qq/ha en soja de 1ª. Estos rindes son alcanzables en esta campaña si el clima sigue acompañando.
Para siembras en campo arrendado las proyecciones son mucho más complicadas. Los rindes de indiferencia en este caso son de 71 qq/ha para el trigo, y de 25 qq/ha para soja 2ª. Para el maíz, con un rinde de indiferencia proyectado en 128 qq/ha los números no cierran. Para soja de 1ª, el rinde de indiferencia se proyecta en 41 qq/ha.
BUEN CLIMA Y RINDES NO SON SUFICIENTES
Las proyecciones son ajustadas
A los cultivos les falta precio, que sólo vendrá de la mano de una baja en las retenciones y de la liberación del mercado de exportaciones para el trigo y el maíz.
La intervención de este mercado genera saldos excedentes que eliminan la competencia entre el consumo interno y los exportadores, que pagan precios que hoy están muy por debajo de la paridad de exportación.
El buen clima y los altos rindes proyectados no son suficientes para escapar de un quebranto en este contexto de precios y costos.