La cuenta regresiva está en marcha si se contemplan los tiempos parlamentarios cuyo plazo para las sesiones ordinarias culminan el 30 de noviembre.
Las idas y vueltas del gabinete de Agroindustria demoran la llegada del proyecto de ley al Parlamento. La cuenta regresiva está en marcha si se contemplan los tiempos parlamentarios cuyo plazo para las sesiones ordinarias culminan el 30 de noviembre.
El anunciado proyecto de ley de semillas, cuyo texto ya trascendió las fronteras de Agroindustria y es de conocimiento público, continúa demorado pese a su presentación en la Comisión Nacional de Semillas (Conase) o precisamente por eso mismo.
Para que salga una ley la condición necesaria (no suficiente) es que la iniciativa ingrese formalmente en el Parlamento, supóngase la Cámara de Diputados. Ese paso todavía no fue dado por el Poder Ejecutivo y el texto difundido por la cartera que conduce Buryaile, todavía no tiene la rúbrica del Presidente de la Nación.
Pese a lo pulido del texto la presentación formal en la Conase (integrada desde el sector privado por la industria semillera, fitomejoradores, multiplicadores, comercializadores y usuarios productores) la lectura fina de la iniciativa podría derivar en algún retoque final.
Ver también: Polémica por la ley de semillas
De hecho, la industria nucleada en la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) hizo saber que con el texto propuestos se desalienta la inversión en el país, palabras más o menos fueron las que aportó en declaraciones su presidente Alfredo Paseyro.
LA POSTURA DEL RURALISMO
El ruralismo se mostró bastante conforme con el proyecto, por eso el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Miguel Etchevehere (quien cada vez suena más fuerte para la fórmula oficialista en la candidatura a la gobernación de Entre Ríos) salió al cruce de la misma industria semillera.
«Quieren cobrar la tecnología, te pago la tecnología; quieren control, hay control. Ya está, no entiendo qué más», dijo a Télam Luis Etchevehere. «El Congreso está funcionando, hay que ir a hablar con los legisladores porque es el momento de argumentar, no de declaraciones de intereses», remarcó.
Pero el Poder Legislativo culmina el período ordinario de sesiones el 30 de noviembre, diez días antes las comisiones tienen su última reunión para emitir dictamen sobre los proyectos de ley, lo que reduce el tiempo al próximo 20 de noviembre en Diputados. En realidad el 18, porque 20 es domingo.
En un par de días el Ejecutivo deberá presentar el proyecto de ley de Presupuesto 2017, y no es novedad que la «ley de leyes» absorbe la energía política y de debate hasta su maratónico tratamiento en el recinto, salvo que haya una mayoría automática que asegure su sanción y este no es el caso.
Pasando en limpio: el proyecto de ley de semillas que en la práctica no deja de ser un mero borrador plagado de intenciones hasta que ingrese formalmente en la Cámara baja, casi no tiene tiempo material de debate. Apenas quedan 47 días hábiles para presentar la ley, organizar su discusión en comisiones y llevarlo al recinto para su votación.
Por Diego Ramírez* | Ambito Financiero
* Director de RIA Consultores