Está ingresando la tormenta que puede hacer un quiebre en la campaña 16/17.
En un momento definitorio, cuando las necesidades del cultivo de maíz trepan por encima de los 120 mm en las zonas de Santa Fe y Córdoba, está ingresando la tormenta que puede hacer un quiebre en la campaña 16/17. Aparte, con estas lluvias se juega la posibilidad de implantar 250 mil hectáreas pendientes, entre sojas de segunda y maíces tardíos. Hasta las 8 de la mañana Pinto registraba 54 mm, María Teresa 52, Rojas 44, y en Pergamino hacia las 9 se alcanzaban los 30 mm. En la provincia de Córdoba se están dando las condiciones necesarias para que a partir del domingo lleguen las tan ansiadas lluvias. Empiezan así cinco días claves para el ciclo de granos gruesos, cinco días donde la actuación de un importante sistema frontal puede cambiar el destino de las siembras suspendidas y evitar la caída de la productividad de la región central del país.
250 mil hectáreas aún sin sembrar
Se tratan de 170 mil ha de soja de segunda y 80 mil de maíz tardío, que no se pueden hacer por la notable desecación que sufren los suelos del centro-sur de Santa Fe, y el centro-este de Córdoba. Las condiciones atmosféricas fueron muy demandantes esta semana, hubo temperaturas máximas entre 36 y 39 °C, y sólo lluvias en Buenos Aires. Allí, se avanzó con las labores, pero en otras zonas, la desesperación por sembrar en fecha hizo incurrir en el riesgo de sembrar con los suelos secos. Por todo esto, se espera que se vaya generalizando por la región el frente que ha ingresado en estas últimas horas.
Maíces de Córdoba con necesidades de hasta 140 mm
En los próximos quince días, el maíz necesita en la región núcleo entre 60 y 140 mm. La alta demanda del cereal se enciende en la etapa más crítica de su ciclo. El calor fue tal el sábado 17, que amenazó con abortar las espigas de los maíces en floración, y quemar plántulas de soja en emergencia. Las zonas menos favorecidas tienen agua solo para subsistir. Los milímetros registrados en el norte de Buenos Aires sirvieron para mejorar drásticamente el estado de los maíces. Las precipitaciones que se pronostican son esenciales para mantener el potencial de rendimiento en toda el área.
Alerta por bolillera en soja
Las condiciones de altas temperaturas y niveles hídricos bajos no solo desmejoraron los cultivos de soja sino que favorecieron a la aparición de bolillera. Se observan posturas y las primeras larvas en los cultivos, comenzando a afectar los brotes de soja. También hay presencia de orugas medidoras. Las malezas siguen siendo un dolor de cabeza: continuos nacimientos de yuyo colorado y gramíneas resistentes. Los controles con herbicidas están detenidos a la espera de lluvias. (GEA)