Los aportes de la ganadería a la reducción del calentamiento global

0

En los últimos años la ganadería fue  acusada de generar una buena parte de los denominados “gases de efecto invernadero”, contribuyendo al calentamiento global.

Muchas veces, se pone a esta actividad a la par de lo que generan las industrias o el transporte.

Sin embargo, un trabajo de investigación coordinado entre técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y la Universidad de Zaragoza, de España, podría cambiar por completo este paradigma.

Los técnicos determinaron que aplicar buenas prácticas en ganadería reduciría hasta un 30% las emisiones de esta esta actividad y además la metodología sugerida sería beneficiosa para la producción en carnes y leche.

Los equipos de Argentina y España hicieron causa común en rodeos del sur de la provincia de San Luis.

Allí observaron el trabajo en la actividad a lo largo de más de 30 establecimientos ganaderos en una región en la cual se estima que la ganadería bovina emite 22.277.872 kilogramos de dióxido de carbono, una cifra medida sobre una superficie total de 107.954 hectáreas y con 13.288 animales.

Cada establecimiento, por su parte, genera un promedio de 742.596 kilogramos de dióxido de carbono.

El propósito de los investigadores fue estudiar las relaciones que existen entre el tipo de producción y las tecnologías de manejo del rodeo, con las emisiones de metano entérico y óxido nitroso generado por el ganado bovino.

En ese sentido, lograron determinar que el 84 % del total de las emisiones corresponden a “metano por fermentación entérica”.

“Si consideramos las emisiones por kilo vendido, los sistemas de cría + recría o recría resultan más amigables con el ambiente que los que realizan solo cría, siendo la categoría ‘toro’ la más sensible a las emisiones de gases”, aseguró le estudio publicado por el Inta.

El sistema cría es el principal contribuyente de la mayoría de los impactos ambientales analizados, aunque también los sistemas extensivos tienen un mejor rendimiento ambiental, en comparación con los sistemas intensivos en la mayoría de las categorías estudiadas.

Un manejo moderado o muy buen manejo en los sistemas de cría conduce a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, añade el trabajo del Inta.

“Según la tecnología que aplique el productor puede haber, en promedio, un 30% menos de emisiones, mientras aplique un mejor manejo, el sistema productivo emite menos gases de efecto invernadero y obtiene una mayor producción de carne”, puntualiza María Isabel Nieto, investigadora del Inta de la Estación Experimental Agropecuaria Catamarca.

Lo que apuntaron en el estudio es que la energía ingerida como alimento por el ganado se pierde en forma de metano, en lugar de ser asimilado por el animal “y utilizado para la producción de carne o leche”, expresaron.

Además de la doctora Nieto, el equipo de especialistas estuvo integrado por el doctor Ramón Reiné y la doctora Olivia Barrantes, quienes se desempeñan en la Universidad de Zaragoza.

¿Por qué en San Luis?

La metodología en el trabajo se basó en 30 encuestas “semiestructuradas” a productores de la región sur del Departamento de Juan Martín de Pueyrredón, en la provincia de San Luis.

La zona posee un clima semiárido, en el que los suelos presentan poca retención de agua y una capacidad y productividad bajas a la media, lo que vuelve a la región un sitio inadecuado para desarrollar “cultivos de implantación”.

También se estimaron y analizaron las emisiones de gases de efecto invernadero y se tuvieron en cuenta las diversas técnicas de adopción y manejo de tecnologías aplicadas por los productores, de acuerdo a los sistemas productivos y sus distintas dimen­siones: superficie, cantidad de ganado, manejo del rodeo, carga animal, producción, etc. (fuente Noticias AgroPecuarias)