«En algún momento, no muy lejano, los argentinos vamos a comer más carne de pollo que de carne vacuna», aseguró Joaquín de Grazia, presidente de Granja Tres Arroyos.
1- ¿Cómo está impactando la recesión en la industria avícola?
Mire… en situaciones como ésta no podemos paralizarnos. Tenemos que seguir trabajando. Los empresarios tenemos que seguir adelante. La sociedad espera que se generen fuentes de trabajo y a ese objetivo tenemos que apuntar.
2- ¿A qué empresas admira dentro de la cadena agroindustria?
A compañías como Arcor o Molinos, que son las que uno ve como referencia en la búsqueda de la excelencia, a través de la calidad de sus productos. Este punto tiene que ser el “driver” del desarrollo de una empresa. La calidad siempre paga.
3- ¿Cómo cree que va a seguir evolucionando el consumo de pollo en el país?
En algún momento, no muy lejano, los argentinos vamos a comer más carne de pollo que de carne vacuna. A inicios de los ‘60, cuando mi papá pelaba pollos, se consideraba que los argentinos comían 100 kilos por año y por habitante de carne vacuna, y tres de pollo. Hoy estamos en 58 de carne vacuna y 45 de aviar. Es mucho más barato producir el pollo, y también es más barato para el consumidor.
4- ¿Cuándo le parece que podría darse ese “triunfo del pollo”?
Yo creo que de aquí a no más de 15 años. Salvo Argentina y Uruguay, no hay países en el mundo que coman más carne vacuna que de pollo.
5- Con 45 kilos por habitante y por año, ¿no está en un límite el consumo de carne aviar?
En EE.UU., cuando se llegó en los ‘70 a 20 kilos por habitante/año, apareció el pollo trozado y le agregó otros 10 kilos al consumo. Después vinieron los alimentos hechos con pollo procesado, que sumaron 10 más. Ahora, con las comidas preparadas se incorporaron 10 kilos adicionales, para redondear 50. Aquí hay mucho camino por recorrer.
6- ¿La suya no será una visión parcial?
Todo esto lo digo sin tener la camiseta puesta. Argentina es un país carnívoro: consume 120 kilos de proteína animal por habitante/año, sumando carne vacuna, aviar, porcina y algo de ovina. La mayoría de eso va a ser pollo. Hoy, la relación de precios entre el asado y el pollo es de 3 a 1. El asado vale $ 60 el kilo y el pollo $ 20, redondeando. Cuando yo era chico, el kilo de pollo valía como un kilo de lomo. Y esta caída de precios es internacional.
7- ¿A qué se debe esa mayor competitividad?
La clave es la incorporación de genética y tecnología a toda la cadena de producción avícola. El pollo es un animalito que transforma los granos en carne en forma cada vez más eficiente.
8- ¿Cuánto favorecieron las retenciones sobre los granos, particularmente al maíz, a la industria avícola en estos años?
Yo tengo estudios que demuestran que las retenciones nos bajan los costos un 9%, pero cuando exportamos nosotros también pagamos retenciones, del 5%, y los reintegros que nos hacían bajaron a la mitad. Conclusión: las retenciones no fueron determinantes de nuestro crecimiento.
9- ¿Cómo sigue el sector avícola hacia adelante?
En 2002 nos planteamos crecer 10% anual entre 2003 y 2010. Y lo sobrecumplimos. Veníamos de años muy malos. Ahora tenemos objetivos al 2020, pero más austeros, porque la base ya es otra.
Por Ieco Clarin