Alivio y desazón. Así puede resumirse la semana pasada para el sector agropecuario. La decisión del gobierno nacional de flexibilizar las restricciones para la exportación de carne a China y la presentación del proyecto de fomento al desarrollo agroindustrial trajeron un aire fresco a una relación que estaba tensa. Sin embargo, el escenario productivo de la soja -el cultivo estrella de la Argentina y la mayor fuente de ingresos fiscales- se deteriora y la oleaginosa sigue perdiendo márgenes para campo alquilado en la región núcleo.
Según datos de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), la última actualización de los márgenes netos de septiembre muestra cómo siguen afirmándose los cereales pese a las subas de los fertilizantes y cómo pesan las subas en los insumos en soja con los actuales precios de los commodities. “La oleaginosa en campo alquilado es la que sufrió los mayores descuentos: 16% para cultivos de primera y 8% para la de segunda”, indicó.
El dato no es menor ya que más del 60 a 70% del área cultivada con la oleaginosa de la región núcleo se hace en esta situación y que estos márgenes se hacen teniendo en cuenta un flete largo de 150 kilómetros. Con lo cual, más allá de este límite, los resultados son inferiores.
En esta ecuación por encima del precio interno de la soja, también pesa en esta actualización el aumento de insumos como glifosato, o la fertilización con MAP (mono fosfato mono amónico) al inicio. “En cambio el maíz muestra espalda suficiente para responder al significativo y sostenido aumento de la fertilización”, indicó GEA y planteó que para la misma situación, “en campo alquilado, la comparación de márgenes netos de septiembre versus junio muestra una mejora de un 5%”.
Por otra parte, el maíz temprano sigue manteniendo el primer lugar en el podio de los resultados y el cereal espera más lluvias para finalizar la etapa de siembra.
“Hay una suba muy importante de fertilizantes, la urea se incrementó muy fuerte esta semana, hay subas en el glifosato y también faltan algunos insumos específicos”, comentaron los técnicos en General Pinto.
De todos modos, el 75% de la superficie destinada a maíz de primera ya está sembrada en la región núcleo, con un avance del 15% esta semana. “El avance porcentual es similar a los últimos años, pero este año son más las hectáreas que hay que sembrar y hay preocupación por que las tormentas pasan de largo sin dejar milímetros”, indicó GEA. Además, en el centro sur santafesino ya está culminando con las labores, mientras que el norte bonaerense es la zona más rezagada.
Al trigo también le resulta favorable la foto de márgenes del último mes. “Hay un repunte importante en los márgenes en trigo con subas que superan el 40% respecto a junio”, indicó GEA.
El cereal enfrenta el período más crítico que es el de floración, donde el agua es clave. “Un 5% de los lotes está en espigazón, un 30% con la espiga embuchada, un 40% emitiendo la hoja bandera y un 25% todavía encañando”, indicó GEA.
Mientras la campaña nueva toma ritmo, el clima político se distiende. Tras una reunión con la comisión de enlace, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, anunció que desde este lunes se liberarán las exportaciones de vaca conserva y manufactura al gigante asiático, y adelantó la decisión de considerar la situación de los frigoríficos que hicieron nuevas inversiones y no pudieron participar en la distribución de cupos de exportación. Sobre el encuentro, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, aseguró que la reunión con los representantes de la mesa de enlace fue “extremadamente productiva” y afirmó que “la agenda de trabajo fue resuelta en su totalidad a través del diálogo”.
Asimismo, Domínguez, junto al gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, presidieron una reunión del Consejo Federal de Agricultura, en la que se acordaron criterios para ganadería sustentable y producción de carne vacuna. Así, “se definieron criterios para desarrollar un modelo que garantice la ganadería sustentable, la eficiencia en la preñez y el aumento del peso de faena”, se comunicó oficialmente. Y se indicó que en un futuro inmediato proyectado para 2022 el objetivo es “que el país pueda contar con mayor cantidad de carne vacuna disponible”. De esta manera, los participantes en el Consejo Federal de Agricultura consideraron que se asegurará el consumo interno y se darán reglas de juego claras para la exportación.
Este jueves, en un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández, se presentó el proyecto de ley agroindustrial, que según Domínguez “encarna la participación de todos los intereses de la cadena agroindustrial”, debido a que en su elaboración fue consensuada con mas de 60 entidades agropecuarias. El máximo mandatario destacó al respecto que el proyecto es el “resultado de un trabajo que duró más de un año, donde participaron sectores del agro, productores, universidades y científicos” y que esta iniciativa significa “campo con más tecnología, más producción y la industria asociada al campo, para producir alimentos industrializados”.
“Es el resultado de escucharnos y buscar puntos de encuentro y ver cómo conciliamos intereses”, planteó el presidente desde la Casa Rosada y concluyó que “estamos dando un paso para ponerle fin a una disputa de años”.
La comisión de enlace señaló que el proyecto del Régimen de Fomento al Desarrollo Agroindustrial Federal, Inclusivo, Sustentable y Exportador “no es más que un aporte menor de ideas elevadas al Poder Ejecutivo para que se transformen en ley”, y estimó que “son solamente medidas de fomento e incentivos para ciertas actividades que dependen de muchas pautas de cumplimiento y de presupuestos que no está establecido ni quien las regulará”.
Según la iniciativa, las pequeñas empresas con actividad agrícola podrán acceder a las líneas de crédito de fomento a la inversión y formación del capital de trabajo, con tasas especiales de 30% y 35% respectivamente.
Se modificaron algunas reglamentaciones del BCRA de mayo de 2020 (Comunicación “A” 7018), que prohibía el acceso a créditos subsidiados a aquellas empresas que “mantengan un acopio de su producción de trigo y/o soja por un valor superior al 5% de su capacidad de cosecha anual”. Los créditos podrán destinarse a proyectos de inversión para la implantación de pasturas (incluye labores, semillas y fertilizantes, entre otros); maquinaria agrícola para la producción ganadera; la compra de reproductores machos y hembras; y mejoras de infraestructura predial como alambrados, aguadas, bretes, corrales y mangas, riego, entre otras, detalló el BCRA en un comunicado. (fuente AgroClave, diario La Capital)