Los mayores pooles de siembra esperan márgenes muy ajustados y temen por el maíz

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Si cada una de las empresas por separado ya resulta inabarcable por su tamaño, es difícil imaginarse a las tres juntas: Cresud, Adecoagro y MSU son los tres mayores pooles de siembra que trabajan en el país y abarcan más de 600 mil hectáreas, entre campos propios y alquilados. Sus gerentes agrícolas fueron reunidos en una teleconferencia por FyO y contaron cómo se están posicionando de cara a la nueva campaña 20/21. Hay un escenario de márgenes mucho más estrechos que antes, especialmente por los bajos precios esperados para el maíz.

Ezequiel Garbers trabaja en Adecoagro, que maneja unas 200 mil hectáreas de siembra, opinó: “Nuestra estrategia es ser productores de bajo costo. En mayor o menor grado, con commodities en donde los precios están bajos, es necesario ser una empresa de bajo costo para ser competitivos”.

Gonzalo Edo se desempeña dentro de MSU Agro, la empresa fundada por Manuel Santos Uribelarrea y con sede en Villa Cañás, en Santa Fe. Ellos siembran en campos alquilados y en otros tiempos supieron ser una empresa regional, pero ahora se concentraron en 140 mil hectáreas dentro de Argentina. “Somos los que más nos parecemos al productor promedio argentino”, dijo Edo, que aseguró que el único tractor propiedad de la empresa es uno que utilizan para cortar el pasto. El resto es operar con contratistas.

Finalmente, Carlos Blousson trabaja para Cresud, que produce 300 mil hectáreas en toda la región, de las cuales 140 mil están ubicadas en el país y el resto en Brasil, donde además de granos cultivan caña de azúcar. En este caso, manejan mitad de campos propios y otro tanto alquilados.

Números serán mucho más ajustados

“Este momento es clave porque nos sentamos a charlar cara a cara con los dueños de los campos. En nuestro caso, estamos con el 100% de las hectáreas renovadas”, indicó Edo, de MSU, que dependen sobremanera de campos alquilados. Primer indicio: no se prevé una reducción de las superficies de siembra, pero tampoco una expansión.

¿Y cómo fue la negociación? En principio, MSU logró bajar el costo del arrendamiento en las zonas que salieron peor paradas de la campaña anterior, como el Litoral y la zona centro, pero en la zona núcleo “las cosas fueron más tironeadas” con los dueños de los campos.

“Obviamente trabajaremos con márgenes desafiantes, sobre todo para maíz, donde todos estamos teniendo la incertidumbre por el exceso que va a tener Estados Unidos (por la caída de la demanda para bioetanol), con algo de optimismo para la soja, y con el trigo más encaminado”, describió Edo.

Grabers confirmó: “Este es un año atípico. El riesgo más grande es la variación de precios que podemos tener para adelante. Nadie sabe cómo va a ser, pues todo depende de cuánto dure el efecto Covid. Los cereales más golpeados serán los atados a la energía. Dentro de estos, el maíz es el que más riesgo tiene”. En el caso de Adecoagro, todavía están cerrando negociaciones por los alquileres. Se inclinaron por asegurarse primero los contratos por las tierras más productivos. “Son los campos que más conocemos, la base nuestra”, explicó. Tiene una ventaja respecto de los demás: unas 60.000 toneladas anuales de maíz son consumidos por el negocio lechero, lo cual reduce la exposición.

De todos modos, Ezequiel remarcó que los márgenes serán “ajustados por los bajos precios”, y que por eso “decidimos salir de algunos campos productivamente ajustados y tenemos mas riesgo de pérdida. Los reemplazamos por otros”.

“Este momento es clave porque nos sentamos a charlar cara a cara con los dueños de los campos. En nuestro caso, estamos con el 100% de las hectáreas renovadas”, indicó Edo, de MSU, que dependen sobremanera de campos alquilados. Primer indicio: no se prevé una reducción de las superficies de siembra, pero tampoco una expansión. Todos estos grandes operadores actuarán con mucha cautela.

¿Y cómo fue la negociación? En principio, MSU logró bajar el costo del arrendamiento en las zonas que salieron peor paradas de la campaña anterior, como el Litoral y la zona centro, pero en la zona núcleo “las cosas fueron más tironeadas” con los dueños de los campos.

“Obviamente trabajaremos con márgenes desafiantes, sobre todo para maíz, donde todos estamos teniendo la incertidumbre por el exceso que va a tener Estados Unidos (por la caída de la demanda para bioetanol). con algo de optimismo para la soja, y con el trigo más encaminado”, describió Edo.

Grabers confirmó: “Este es un año atípico. El riesgo más grande es la variación de precios que podemos tener para adelante. Nadie sabe cómo va a ser, pues todo depende de cuánto dure el efecto Covid. Los cereales más golpeados serán los atados a la energía. Dentro de estos, el maíz es el que más riesgo tiene”. En el caso de Adecoagro, todavía están cerrando negociaciones por los alquileres. Se inclinaron por asegurarse primero los contratos por las tierras más productivos. “Son los campos que más conocemos, la base nuestra”, explicó. Tiene una ventaja respecto de los demás: unas 60.000 toneladas anuales de maíz son consumidos por el negocio lechero, lo cual reduce la exposición.

De todos modos, Ezequiel remarcó que los márgenes serán “ajustados por los bajos precios”, y que por eso “decidimos salir de algunos campos productivamente ajustados y tenemos mas riesgo de pérdida. Los reemplazamos por otros”. (fuente Bichos de Campo)